lunes, 21 de mayo de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


HOY ES EL DÍA, DESIGNADO POR EL PAPA FRANCISCO, DE "SANTA MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA"


   "...En aquel tiempo, cuando Jesús bajó del monte y llegó al sitio donde estaban sus discípulos, vio que mucha gente los rodeaba y que algunos escribas discutían con ellos. Cuando la gente vio a Jesús, se impresionó mucho y corrió a saludarlo. Él les preguntó:¿De qué están discutiendo? De entre la gente, uno le contestó: Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu que no lo deja hablar; cada vez que se apodera de él, lo tira al suelo y el muchacho echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. Les he pedido a tus discípulos que lo expulsen, pero no han podido. Jesús les contestó: ¡Gente incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho. Y se lo trajeron. En cuanto el espíritu vio a Jesús, se puso a retorcer al muchacho; lo derribó por tierra y lo revolcó, haciéndolo echar espumarajos. Jesús le preguntó al padre: Cuánto tiempo hace que le pasa esto? Contestó el padre: Desde pequeño. Y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él. Por eso, si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos. Jesús le replicó: ¿Qué quiere decir eso de ‘si puedes’? Todo es posible para el que tiene fe. Entonces el padre del muchacho exclamó entre lágrimas: Creo, Señor; pero dame tú la fe que me falta. Jesús, al ver que la gente acudía corriendo, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Sal de él y no vuelvas a entrar en él. Entre gritos y convulsiones violentas salió el espíritu. El muchacho se quedó como muerto, de modo que la mayoría decía que estaba muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano, lo levantó y el muchacho se puso de pie. Al entrar en una casa con sus discípulos, éstos le preguntaron a Jesús en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? Él les respondió: Esta clase de demonios no sale sino a fuerza de oración y de ayuno”.
                                                                                                            Marcos 9, 14-29

      Creer en Dios es saber y sentir que no hay nada que no esté bajo su dominio absoluto.- Él tiene el control de todo, nada ocurre sin que Él se entere ni sin que lo permita. Dios es el padre en quien el hijo ve al protector y al ejecutor de todo lo bueno que ocurre en su casa. Si podemos llegar a ver a Dios con los ojos de ese hijo, todo se nos dará, porque "todo es posible para el que tiene fe". Tantos hombres poseídos por el espíritu que no los deja hablar, que los tiene mudos, a base de convencionalismos, de temores, de amenazas, de ignorancia, de complejos, es porque falta fe. Y esa fe es un don, un regalo que se nos dá gratuitamente por el Padre, si se lo pedimos. Por eso es necesaria la oración de petición. Que el Señor aumente nuestra fe para poder expulsar de nuestro interior a todos esos demonios que nos enmudecen y nos sea devuelta la palabra "por la que fue hecho todo".
Propósito: Hoy mi petición será: Señor, aumenta mi fe y ayuda a mi incredulidad.
              SANTA MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA, RUEGA POR NOSOTROS
      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                            Lunes. Mayo 21 de 2018
J. RUIZ

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