lunes, 31 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Vete, que tu hijo vive
Vete, que tu hijo vive
   "...Pasados los dos días en Samaria, partió de allí para Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir. Entonces Jesús le dijo: Si no veis señales y prodigios, no creéis. Le dice el funcionario: Señor, baja antes que se muera mi hijo. Jesús le dice: Vete, que tu hijo vive. Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre. El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: Tu hijo vive, y creyó él y toda su familia. Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea".
                                                Juan 4, 43-54
       Si queremos que las cosas pasen tenemos que tener fe en el poder infinito de Dios y en su bondad sin límites, que, si han de ser para nuestro beneficio, siempre estará realizándolas. El, en su sabiduría, siempre sabe qué es lo más conveniente a nuestra vida espiritual, y en su bondad y misericordia, nunca dejará de concedérnoslo. Creamos, creamos de verdad, no sólo de palabra sino con el corazón, y veremos cuan grande y bueno es el Señor. Y ese don maravilloso de la fe, no lo guardemos egoistamente sólo para nosotros: proclamémoslo y compartámoslo con los demás.
Propósito: Hoy haré un acto de fe sincero y consciente en la bondad y en el poder del Padre.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                     Lunes. Marzo 31 de 2014
J. RUIZ

domingo, 30 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Los ciegos voluntarios
Los ciegos voluntarios
    "...Vio Jesús, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios. Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego y le dijo: Vete, lávate en la piscina de Siloé (que quiere decir Enviado). El fue, se lavó y volvió ya viendo. Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba para mendigar? Unos decían: Es él. No, decían otros, sino que es uno que se le parece. Pero él decía: Soy yo.»Le dijeron entonces: ¿Cómo, pues, se te han abierto los ojos? El respondió: Ese hombre que se llama Jesús, hizo barro, me untó los ojos y me dijo: Vete a Siloé y lávate. Yo fui, me lavé y vi. Ellos le dijeron: ¿Dónde está ése? El respondió: No lo sé. Lo llevan donde los fariseos al que antes era ciego. Pero era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. El les dijo: Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo. Algunos fariseos decían: Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado. Otros decían: Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes señales? Y había disensión entre ellos. Entonces le dicen otra vez al ciego: ¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos? El respondió: Que es un profeta. No creyeron los judíos que aquel hombre hubiera sido ciego, hasta que llamaron a los padres del que había recobrado la vista y les preguntaron: ¿Es éste vuestro hijo, el que decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora? Sus padres respondieron: Nosotros sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. Pero, cómo ve ahora, no lo sabemos; ni quién le ha abierto los ojos, eso nosotros no lo sabemos. Preguntadle; edad tiene; puede hablar de sí mismo. Sus padres decían esto por miedo por los judíos, pues los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo, quedara excluido de la sinagoga. Por eso dijeron sus padres: Edad tiene; preguntádselo a él. Le llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador. Les respondió: Si es un pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que era ciego y ahora veo. Le dijeron entonces: ¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos? El replicó: Os lo he dicho ya, y no me habéis escuchado. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Es qué queréis también vosotros haceros discípulos suyos? Ellos le llenaron de injurias y le dijeron: Tú eres discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero ése no sabemos de dónde es. El hombre les respondió: Eso es lo extraño: que vosotros no sepáis de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha. Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada. Ellos le respondieron: Has nacido todo entero en pecado ¿y nos da lecciones a nosotros? Y le echaron fuera. Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: ¿Tú crees en el Hijo del hombre? El respondió: ¿Y quién es, Señor, para que crea en él? Jesús le dijo: Le has visto; el que está hablando contigo, ése es. El entonces dijo: Creo, Señor. Y se postró ante él. Y dijo Jesús: Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos. Algunos fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: Es que también nosotros somos ciegos? Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís: Vemos, vuestro pecado permanece."
                           Juan 9, 1-41
       "No hay peor ciego que el que no quiere ver", decimos cuando alguno se niega a aceptar lo evidente. Es lo que hacían aquellos fariseos del tiempo de Jesús cuando veían las maravillas que hacía, todos los males que sanaba, y todas las bondades que derramaba a manos llenas. Se ponían a buscar culpables cuando veían algún mal, en lugar de buscar la manera de remediarlo, que era lo que hacía Jesús, sin importarle si era sábado u otro día de la semana. Son un ejemplo de lo que no debemos ser ante la presencia liberadora de Jesús. Debemos abrir nuestro corazón para aceptar con fe verdadera los dones maravillosos que Él nos concede a diario, sin cuestionarnos tanto si somos o no culpables, o sobre cuáles son los motivos que tiene para salvarnos. Aceptémoslos agradecidos y mantengámonos fieles a su amor y al de los demás, como es su mandato.
Propósito: Hoy será mi oración de agradecimiento al Señor, sin preguntarme porqué me ocurren cosas que no están de acuerdo con mis planes.
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                   Domingo. Marzo 30 de 2014
J. RUIZ

sábado, 29 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Venimos ante Ti, como el publicano
Venimos ante Ti, como el publicano
   "...En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola por algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias. En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador! Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado". 
                                                                                                     Lucas 18, 9-14
      Dos maneras de acercarnos a Dios: una haciéndole saber, orgullosamente, que hemos sido capaces de ser buenos, que no hemos robado, ni matado, y dándole gracias porque no somos como los demás que sí hacen todo eso. Es la del fariseo que se considera bueno y sano, entonces ¿para qué médico? Y la otra, la del publicano (cobrador de impuestos), que no se atreve ni a levantar la vista porque se considera indigno de mirar cara cara al Señor, para pedirle ayuda para poder ser curado, pues se considera pecador. El peso de la soberbia del primero es tal, que no permite que su oración se eleve hacia Dios para presentar ante Él sus buenas acciones, mientras que la levedad de la humildad escondida del publicano la hace flotar y subir como humo de incienso, hasta el trono del Padre para implorar su salvación, que por eso no le será negada.
Propósito: Hoy, en mi oración, reconoceré la necesidad de la ayuda de mi Padre para poder ser sanado.
                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                       Sábado. Marzo 29 de 2014
J. RUIZ

viernes, 28 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

El primer precepto: Amarás a Dios
El primer precepto: Amarás a Dios
   "...En aquel tiempo, uno de los letrados se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos. Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas". 
                                              Marcos 12, 28-34
       La meta del hombre, su lucha en la búsqueda de la trascendencia, es el amor. Porque fue creado por el Padre por amor, con amor, y para amar. Por eso Jesús explica al letrado, y a todos nosotros en él, que ése es el primero y el más grande de sus mandatos: Amar a Dios, nuestro Creador y Único Señor, con todas nuestras fuerzas, y a todos nuestros hermanos como a nosotros mismos. Pero, si nosotros no somos capaces de apartarnos de aquellas cosas del mundo que nos separan de Dios, ¿sí estaremos amándole con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro corazón? Si no nos duele y no hacemos algo por remediar el dolor de algún hermano, ¿si estaremos amando a Dios? Creo que son preguntas pertinentes para esta Cuaresma. Respondámoslas con honestidad y pongamos los correctivos, si es el caso.
Propósito: Hoy mi oración será de agradecimiento al Padre y pidiendo su ayuda para poder hacer algo por otros sin ninguna condición.
                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                       Viernes. Marzo 28 de 2014
J. RUIZ

jueves, 27 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


El poder sobre los demonios
El poder sobre los demonios
   "...En aquel tiempo, Jesús estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron. Pero algunos de ellos dijeron: Por Belcebú, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios. Oros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino? Porque decís que yo expulso los demonios por Belcebú. Si yo expulso los demonios por Belcebú, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama".
                                                                                                   Lucas 11, 14-23
      Para que una comunidad, un reino, sea fuerte y pueda progresar, necesita estar unido. Las disensiones y peleas internas lo llevarían inevitablemente a la destrucción. Así nosotros, los cristianos, unidos en comunidad en la Iglesia católica para proclamar y luchar por expandir el Reino de Dios y su justicia, debemos acabar con todas esas divisiones, con todos esos celos absurdos que sólo pueden ocasionar daños a nuestro interior, y dirigir nuestros esfuerzos a lograr que haya "un solo rebaño bajo un solo Pastor".
Propósito: Hoy, en mis oraciones, tendré una petición especial por la unidad de la Iglesia.
                 ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                 Jueves. Marzo 27 de 2014
J. RUIZ

miércoles, 26 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Jesús ante la Ley Antigua
Jesús ante la Ley Antigua
   "...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No crean que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los cumpla y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos".
                                                              Mateo 5, 17-19
       El salmo 118 (119), que es el más largo de todos con 176 versículos, parece que nos está indicando la importancia de la Ley, de los mandamientos, de la Palabra de Dios, pues solamente habla de ella, de cómo debemos amarla, alegrarnos con ella y por ella, de cómo debe ser nuestra vida girando siempre alrededor de ella. Por eso Jesús mismo dice: "No he venido a abolir la Ley, sino a darle cumplimiento". Y si queremos ser fieles seguidores del Maestro, debemos conocer su Ley, leyendo las Sagradas Escrituras, estudiándolas con amor y alegría, bajo la luz del magisterio de la Iglesia, para poder captar de la mejor manera posible su mensaje salvador y revelador de la presencia liberadora del Señor.
Propósito: Hoy, y en adelante, no dejaré de leer diariamente la Sagrada Biblia.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Miércoles. Marzo 26 de 2014
J. RUIZ

martes, 25 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Cuando el ángel vino a María...
Cuando el ángel vino a María...
   "...Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin. María respondió al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios. Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel dejándola se fue". 
                         Lucas 1, 26-38
       En el Evangelio de hoy sobresale la disponibilidad incondicional de María a la voluntad de Dios, sin importarle que sus propios planes estén o no de acuerdo con los de Él. Tampoco se pone a pensar si será o no capaz de cumplir con ese compromiso, pues confía totalmente en que, si la escogió como instrumento para realizar sus planes, también le dará lo que para ello sea necesario. Y efectivamente, la hace "llena de gracia", según le anuncia el mismo mensajero, y ella sólo dice: "Hágase en mi, según tu Palabra". La respuesta esperada por Dios y que cambiaría inexorablemente la historia de la humanidad hasta entonces condenada por el pecado, y ahora salvada por el "Sí", humilde pero generoso y seguro de quien se abandona totalmente a la voluntad del Padre. Es también la respuesta que espera de nosotros. Escuchemos al ángel mensajero, no tengamos miedo y respondamos con generosidad a su llamado.
Propósito: Hoy procuraré estar disponible al llamado del día a día de la voluntad del Padre.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                     Martes. Marzo 25 de 2014
J. RUIZ

lunes, 24 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Un día para ser generoso con Dios
Un día para ser generoso con Dios
   "...En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria». Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio. Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó".
                                                                                  Lucas 4, 24-30
       Jesús dijo: "Ningún profeta es bien recibido en su patria", y nosotros, cambiando un poco la frase, decimos: "Nadie es profeta en su tierra", tomándola muchas veces, como excusa para no hacer las cosas. "Qué nos vamos a desgastar aquí en el barrio, nos hacen más caso en otra parte", pensamos y hasta lo decimos. Pero Pablo, el Gran Evangelizador comenzó en su pueblo, en su sinagoga, discutiendo con valentía con los suyos acerca del Reino de Dios y tratando de convencerlos de la verdad evangélica. Y también a él lo persiguieron y quisieron matarle, como al Maestro, pero supo llevar su lucha hasta el final. Talvez lo que quiso resaltar Jesús fue el hecho de que, si lo queremos seguir tendremos que estar listos para afrontar y sufrir las consecuencias, aun dentro de nuestras propias comunidades, de nuestras propias familias, de nuestro propio pueblo.
Propósito: Hoy no me desanimaré si no veo mejores resultados en mi lucha diaria.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Lunes. Marzo 24 de 2014
J. RUIZ

domingo, 23 de marzo de 2014

CON LA SAMARITANA EN EL POZO DE SICAR


LA RELIGIÓN DE JESÚS
 Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna

 Cansado del camino, Jesús se sienta junto al manantial de Jacob, en las cercanías de la aldea de Sicar. Pronto llega una mujer samaritana a apagar su sed. Espontáneamente, Jesús comienza a hablar con ella de lo que lleva en su corazón.
 En un momento de la conversación, la mujer le plantea los conflictos que enfrentan a judíos y samaritanos. Los judíos peregrinan a Jerusalén para adorar a Dios. Los samaritanos suben al monte Garizim cuya cumbre se divisa desde el pozo de Jacob. ¿Dónde hay que adorar a Dios? ¿Cuál es la verdadera religión? ¿Qué piensa el profeta de Galilea?
 Jesús comienza por aclarar que el verdadero culto no depende de un lugar determinado, por muy venerable que pueda ser. El Padre del cielo no está atado a ningún lugar, no es propiedad de ninguna religión. No pertenece a ningún pueblo concreto.
 No lo hemos de olvidar. Para encontrarnos con Dios, no es necesario ir a Roma o peregrinar a Jerusalén. No hace falta entrar en una capilla o visitar una catedral. Desde la cárcel más secreta, desde la sala de cuidados intensivos de un hospital, desde cualquier cocina o lugar de trabajo podemos elevar nuestro corazón hacia Dios.
 Jesús no habla a la samaritana de «adorar a Dios». Su lenguaje es nuevo. Hasta por tres veces le habla de «adorar al Padre». Por eso, no es necesario subir a una montaña para acercarnos un poco a un Dios lejano, desentendido de nuestros problemas, indiferente a nuestros sufrimientos. El verdadero culto empieza por reconocer a Dios como Padre querido que nos acompaña de cerca a lo largo de nuestra vida.
 Jesús le dice algo más. El Padre está buscando «verdaderos adoradores». No está esperando de sus hijos grandes ceremonias, celebraciones solemnes, inciensos y procesiones. Lo que desea es corazones sencillos que le adoren «en espíritu y en verdad».
«Adorar al Padre en espíritu» es seguir los pasos de Jesús y dejarnos conducir como él por el Espíritu del Padre que lo envía siempre hacia los últimos. Aprender a ser compasivos como es el Padre. Lo dice Jesús de manera clara: «Dios es espíritu, y quienes le adoran deben hacerlo en espíritu». Dios es amor, perdón, ternura, aliento vivificador..., y quienes lo adoran deben parecerse a él.
 «Adorar al Padre en verdad» es vivir en la verdad. Volver una y otra vez a la verdad del Evangelio. Ser fieles a la verdad de Jesús sin encerrarnos en nuestras propias mentiras. Después de veinte siglos de cristianismo, ¿hemos aprendido a dar culto verdadero a Dios? ¿Somos los verdaderos adoradores que busca el Padre?

José Antonio Pagola

Bajado por: J. RUIZ

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Encuentro con la samaritana
Encuentro con la samaritana
    "...En aquel tiempo llegó Jesús a una de ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que y Jacob dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: Dame de beber. Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana? (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) Jesús le respondió: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva. Le dice la mujer: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? ¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados? Jesús le respondió: Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para viva eterna. Le dice la mujer: Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla. Le dice la mujer: Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dice: Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad. Le dice la mujer: Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo. Jesús le dice: Yo soy, el que te está hablando. Y fueron muchos más los que creyeron. Así que por sus palabras, y decían a la mujer: Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo".
                                                           Juan 4, 5-42
       La forma humana como Jesús se presenta ante la samaritana, sediento y cansado del camino, deseoso del agua fresca que calme su sed, es el símbolo de la sed que siente y sentirá siempre el alma del hombre, peregrina permanente del camino de la vida, mientras no se acerque al pozo de agua viva, que es el mismo Jesús y su Palabra, y no beba de ella, en un encuentro personal con Él, experimentando de ese modo que su sed se ha saciado para siempre. Digamos al Señor, como la samaritana: "Señor, dame de esa agua para que no tenga más sed", y, como ella, abramos nuestro corazón a esa oportunidad que Jesús nos ofrece, continuamente y de tantas formas, de beber y saciarnos de su Palabra, que es fuente vida eterna.
Propósito: Hoy leeré, con sed, la Sagrada Biblia, siendo consciente de que es "agua para la vida eterna".
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Domingo. Marzo 23 de 2014
J. RUIZ

sábado, 22 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Parábola del hijo pródigo
Parábola del hijo pródigo
   "...En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este acoge a los pecadores y come con ellos. Entonces les dijo esta parábola. Dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde. Y él les repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros. Y, levantándose, partió hacia su padre. Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus siervos: Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado. Y comenzaron la fiesta. Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano. El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado! Pero él le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."
                                                                                                       Lucas 15, 1-3.11-32
        Esta es la Parábola de la Misericordia en la que Jesús ha sabido retratar, simbolizar, prácticamente a toda la humanidad con las diferentes actitudes y circunstancias que en ella se presentan. La figura central es el Padre bueno y misericordioso que representa a Dios, siempre dispuesto a perdonar y a acoger a sus hijos extraviados por los diferentes caminos de la vida, o a aquellos que, como el hijo mayor el cual, por no haber contrariado abiertamente al padre, ni haberse ido de casa, se cree poseedor de todos los derechos y no quiere sacar de su corazón el odio o el rencor contra su hermano. Es un relato especial para el Tiempo de Cuaresma, pues nos lleva a reflexionar y a preguntarnos qué papel estamos desempeñando nosotros y cuál debería ser en realidad el más apropiado: ¿el del hijo calavera pero arrepentido, así sea por los golpes recibidos? ¿El del hijo mayor rencoroso, resentido y parecido a los fariseos, que se cree con derecho a todo, y que se niega a perdonar? ¿O el del padre bondadoso y compasivo siempre dispuesto al perdón y a la acogida?
Propósito: Hoy revisaré mi actitud ante los reclamos de los demás.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Sábado. Marzo 22 de 2014
J. RUIZ

viernes, 21 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


Parábola de los viñadores infieles
Parábola de los viñadores infieles
   "...En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: A mi hijo le respetarán. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia. Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Dícenle: A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo. Y Jesús les dice: ¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos. Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta".
            Mateo 21, 33-43. 45-46
       Nosotros somos esos viñadores, y los carismas, dones y bienes que el Señor nos ha dado a manos llenas, son la viña que ha puesto bajo nuestro cuidado y administración. Como administradores tenemos que rendirle cuentas y entregarle oportunamente las utilidades producto de nuestra gestión. ¿Sí lo hemos hecho así o hemos desatendido nuestras obligaciones y hemos permitido que esos bienes se desperdicien, se despilfarren y se acaben sin dar fruto alguno? Esos frutos debemos irlos entregando en forma de actos de amor al Dueño de la viña y de servicio a los demás, para que Él no tenga que verse obligado a quitarnos la viña y entregarla a otros que le den mejores rendimientos.
Propósito: Hoy miraré si yo sí estoy entregando alguna "ganancia" al Dueño de la viña. 
                         ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                          Viernes. Marzo 21 de 2014 
J. RUIZ

jueves, 20 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

El rico Epulón y el pobre Lázaro
El rico Epulón y el pobre Lázaro
   "...En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros. Replicó: Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento. Le dijo Abraham: Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan. Él dijo: No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán. Le contestó: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite".
                                                                                Lucas 16, 19-31
       Todos queremos vivir de la mejor manera posible. Y creo que no hay nada de malo en ello. El problema es que, muchas veces, colocamos ese, nuestro derecho, por encima de cualquier otra cosa, sin importarnos que los demás tienen iguales derechos a nosotros como personas. No podemos, por ejemplo, derrochar o desperdiciar el alimento en francachelas desaforadas, para satisfacer gustos caprichosos, cuando a pocos pasos de nosotros existen "Lázaros" muriendo literalmente de hambre, y sin darnos cuenta de la ofensa que esto significa para el Señor, pues en ellos está Él. No somos dueños absolutos de lo poco o mucho que poseamos. La tierra y sus innumerables bienes, fue creada para beneficio del hombre, de todos los hombres. Vivamos bien, preocupémonos por vivir una vida digna, pero compartiéndola con los demás, reconociendo en ellos la presencia de Jesús que nos recuerda que "cuanto hiciéreis por uno de estos pequeños, por mí lo hicisteis".
 Propósito: Hoy procuraré recordar que las obras que pueden ayudar a mi salvación, las tengo que hacer aquí y ahora. Después ya no tiene sentido.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Jueves. Marzo 20 de 2014
J. RUIZ

martes, 18 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Escribas y fariseos al descubierto
Escribas y fariseos al descubierto
   "...En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame Rabbí. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar Rabbí, porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie Padre vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar Directores, porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado."
                                                                                                   Mateo 23, 1-12
       Así como el buen ejemplo es la mejor manera de proclamar la Palabra de Dios, también la falta de coherencia entre lo que decimos y nuestra manera de vivir, puede ser motivo de que otras personas la rechacen, por el escándalo que ello pueda causar. Y nosotros, si esto se nos presenta, sigamos el consejo de Jesús: "Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta". Dediquémonos a servir a los demás dentro de nuestras posibilidades por amor a Dios y a su Palabra. Eso es lo que cuenta el día del examen. Y esto lo con seguimos con la oración, que es como la llave de la fe, y con la lectura respetuosa y alegre de la Sagrada Escritura.
Propósito: Hoy procuraré vivir mi vida según mis convicciones.
                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                       Martes. Marzo 18 de 2014
J. RUIZ

lunes, 17 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

No juzguen y no serán juzgados
No juzguen y no serán juzgados
    "...En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante. Porque con la medida con que midáis se os medirá". 
            Lucas 6, 36-38
       Sólo Dios, como Creador de universo, tiene el derecho y el poder de juzgar a sus criaturas. Porque Él sí conoce el interior de cada uno, conoce sus motivos para obrar de tal o cual manera, y conoce todas sus expectativas y esperanzas. Pero nosotros, que no nos conocemos ni nosotros mismos, muchas veces nos apropiamos de ese poder para juzgar y hasta condenar inmisericordemente a los demás, sin tener idea de la procesión que cada uno lleva por dentro. No juzguemos, no condenemos, perdonemos con compasión y misericordia, y esa misma medida se aplicará con nosotros el día de la rendición de cuentas. Recordemos que ese día sólo se nos examinará sobre una materia: el amor, y éste es compasivo y misericordioso.
Propósito: Hoy, y en adelante, procuraré emitir juicio alguno sobre la actuación de los demás.
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Lunes. Marzo 17 de 2014
J. RUIZ

domingo, 16 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Una experiencia
Una experiencia "a lo divino"
    "...En aquel tiempo toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y de la nube salía una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle. Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: Levantaos, no tengáis miedo. Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos". 
                                                                                                   Mateo 17, 1-9
       La experiencia vivida por Pedro y compañeros aquel día en el Monte Tabor no puede ser explicada definitivamente con palabras, porque no hay una experiencia humana que pueda servir de punto de comparación. Talvez nosotros hayamos vivido momentos tan especialmente agradables que hemos pensado o talvez dicho: "quisiera que esto no acabara". Por eso la expresión de Pedro, aun sin saber, a ciencia cierta, lo que decía: "¡Señor, qué bueno es estarnos aquí!". Jesús, en esos momentos, talvez lo que quería era levantar el ánimo de los discípulos, pues les había quedado por el piso después de que Él les dijera que tenía que ir a Jerusalén y sufrir mucho, hasta ser crucificado. Y, con ellos, hacernos conocer también a nosotros un poco la recompensa que nos espera, en la casa del Padre, si cumplimos con la ley del amor a Dios y a los demás, reconociendo siempre en ellos el rostro de quien nos ama tanto que fue capaz de llegar hasta la muerte por nosotros.
Propósito: Hoy trataré de hacerme una idea de aquella recompensa inefable por la que, definitivamente, sí vale la pena luchar.
                            ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                             Domingo. Marzo 16 de 2014
J. RUIZ

sábado, 15 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

El amor a los enemigos
El amor a los enemigos
   "...En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro padre celestial."
                                                                                                          Mateo 5, 43-48 
       ¡Qué importante es el perdón para la vida espiritual del cristiano! Es indispensable. Ayer nos hablaba el Evangelio sobre la necesidad de perdonar a nuestros hermanos, y hoy nos dice que, no sólo a ellos, sino también, y especialmente, a nuestros enemigos. Porque nos dice "amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan". Y, sin perdón, no puede haber amor. El amor es, definitivamente, la vocación del hombre. Pero el otro nombre del amor es Perdón. De nuestro Padre decimos que nos ama, y lo decimos porque nos perdona demasiado. Vive perdonando nuestras constantes infidelidades. Por eso decimos que nos ama. Porque ¿qué necesidad tiene Él de perdonarnos? Puede que perdonar o pedir perdón no sea fácil. Pero ¿qué cosa que valga la pena lo es? La oración, la lectura de la Palabra, los sacramentos frecuentes, son las ayudas eficaces para vivir la vida evangélica de perdón y amor proclamada hasta la muerte por Jesús. Utilicémoslas.
Propósito: Hoy haré una oración especial al Padre solicitando su ayuda para ser capaz de perdonar y de pedir perdón.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Sábado. Marzo 15 de 2014
J. RUIZ

viernes, 14 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Perdona a tu hermano
Perdona a tu hermano
    "...En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el reino de los cielos. Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar del castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro de que no saldrás de ahí hasta que hayas pagado el último centavo".
                                                                                                            Mateo 5, 20-26
        "Yo no robo, yo no mato, doy limosna, voy a misa: yo soy bueno, estoy cumpliendo la Ley". Así razonamos muchas veces. Pero nos olvidamos de las palabras del Evangelio de hoy: "Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos (cumplidores de la Ley), no entrarán ustedes en el Reino de los cielos". Hay que ir más allá. No sólo matando se quita la vida a los demás: con el desprecio, con los insultos, si menospreciamos al otro, si lo avergonzamos, también le estamos causando daño, si no físico, sí espiritual, que puede ser peor. Reconciliarse con el otro, antes de cumplir con la letra de la ley, significa no sólo perdonar las ofensas que se nos hayan causado, sino también, pedir perdón por las que hemos podido causar. Lo cual puede ser más difícil...pero tenemos que hacerlo si queremos ir a la casa del Padre. Únicamente con su ayuda, invocada durante la oración, podremos lograrlo.
Propósito: Hoy, en mi oración, pediré perdón a cualquiera que haya ofendido, aun, talvez, sin darme cuenta.
                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                         Viernes. Marzo 14 de 2014
J. RUIZ

jueves, 13 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La muchedumbe pide una señal
La muchedumbre pide una señal
    "...En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús y Él se puso a decirles: Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás".
                                             Lucas 11, 29-32
       La señal está ahí: El Hijo del hombre. Desde hace más de veinte siglos nos ha sido dada y no se nos dará otra. Así como Jonás fue arrojado a las aguas, en medio de la tempestad, para que se salvaran los tripulantes y pasajeros de la barca, Jesús fue arrojado a su pasión y muerte para salvarnos de las tempestades del pecado. Es la señal del amor de Dios por los hombres.Y como Jonás fue vuelto sano y salvo a la tierra después de tres día en el vientre de la ballena, así Cristo resucitó al tercer día, venciendo a la muerte. Es la señal de su poder inmenso. ¡Jesús, señal de amor y de poder! ¡Qué más queremos! Pidamos, pues, en esta Cuaresma, que el Señor aumente nuestra fe y ayude a nuestra incredulidad, para que no sigamos pidiendo señales, que no necesitamos y que no se nos darán. 
Propósito: Hoy, y para esta Cuaresma, mi oración será: Señor, aumenta mi fe para que no necesite más señales.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                     Miércoles. Marzo 12 de 2014
J. RUIZ

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Eficacia de la oración
Eficacia de la oración
   "...En aquel tiempo dijo Jesús: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan! «Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas". 
                                                                                                               Mateo 7, 7-12
       La vida cristiana no puede ser vivida sino en relación con Dios. Y ésta se da sólo en la oración que es cuando estamos en comunicación directa con Él. Y además la oración es poderosa si la hacemos con verdadera fe en el poder ilimitado del Señor, y con la convicción de que Él nos ama y, por lo tanto, sólo puede querer el bien para nosotros, sus hijos amados. Y nosotros debemos hacer a los demás, especialmente a los más necesitados,  no sólo lo que que queremos que nos hagan a nosotros, sino procurar ir un poco más allá, tratándolos mejor, como imagen que son de la presencia liberadora de Jesús entre nosotros.
Propósito: Hoy procuraré el mejor trato con quienes me cruce en mi camino.
                          ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Jueves. Marzo 13 de 2014
J. RUIZ

martes, 11 de marzo de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Jesús enseña a orar
Jesús enseña a orar
   "...En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Y al orar, no hables mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seas como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo. Ustedes, pues, oren así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal. Que si ustedes perdonan a los hombres sus ofensas, se les perdonarán también a ustedes el Padre celestial; pero si no perdonas a los hombres, tampoco el Padre perdonará sus ofensas". 
                                                            Mateo 6, 7-15 
       Si, al orar, comenzáramos diciendo: "Madre nuestra...", talvez nos sentiríamos más cerca de Dios, pues en esta sociedad, en la que la familia, desgraciadamente, ha venido perdiendo su conformación natural y lógica, muchas veces el padre ya no está presente o lo está sólo esporádicamente, por lo que su figura y lo que ella pueda representar, es más bien un tanto lejana, para las nuevas generaciones. Pero Dios es Padre-Madre, sin ningún problema, ya que no tiene sexo, por lo que podríamos dirigirnos a Él de la manera que más cómodos nos haga sentir en su presencia amorosa. Lo otro es la importancia del perdón: Si perdonamos a los demás sus ofensas, también el Padre perdonará las nuestras; pero si no lo hacemos, tampoco Él lo hará con nosotros. El perdón es un acto voluntario de no responder a un sentimiento (el rencor, el odio) con otro sentimiento (la ira, la venganza), sino con un acto contrario que ayude a que éste desaparezca. Por ejemplo, un acto de cortesía, de agradecimiento, un servicio, en una palabra, devolver bien por mal.
Propósito: Hoy limpiaré mi corazón de posibles rencores escondidos.
                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                         Martes. Marzo 11 de 2014
J. RUIZ