sábado, 31 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Parábola de los talentos
Parábola de los talentos
   "...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó. enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos. En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos. Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el de los dos talentos dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el que había recibido un talento dijo: Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo. Mas su señor le respondió: Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes". 
                                             Mateo 25, 14-30
       Todos los cristianos debemos dar rendimiento del capital que nos ha sido confiado por el Señor, de acuerdo con lo que a cada uno nos ha correspondido. La separación de la Iglesia y el Estado no es mala, al contrario. Pero tampoco podemos convertirnos, por temor o por comodidad, en la viva imagen del siervo desconfiado y perezoso, quedándonos sentados, reduciendo nuestra fe al entorno familiar y de los amigos cercanos. No.Tenemos que ser arriesgados, como buenos negociantes, y valientes para proclamar nuestra fe en la figura de Cristo, con nuestro testimonio de vida y con nuestras palabras, si fuere necesario. No podemos callar, si tenemos el "talento de la voz" o de la palabra, y vemos que desde el Estado se cometen o patrocinan injusticias u opresiones contra los pobres o marginados de la sociedad.
Propósito: Hoy pediré al Padre la fuerza de su Espíritu para ser capaz de enfrentar a cualquier opresor.
                         ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                         Sábado. Agosto 31 de 2013
J. RUIZ

viernes, 30 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Parábola de las diez vírgenes
Parábola de las diez vírgenes
   "...En aquel tiempo, dijo Jesús: Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: ¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan. Pero las prudentes replicaron: No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Pero él respondió: En verdad os digo que no os conozco.Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora". 
                        Mateo 25, 1-13
       La muerte no da cita, ni nos avisa su llegada. Por eso no podemos dejar nuestra preparación para la misma para el último momento. Debemos estar siempre preparados. Lo mismo ocurre con la venida de Jesús, el novio de la parábola. Sabemos que ha de llegar pero no sabemos ni el día ni la hora. Y hemos de estar siempre preparados, si queremos entrar con Él a la fiesta de bodas, viviendo en el servicio y el  amor de Dios y de los hermanos, que es un don gratuito de Dios y es el "aceite" que ha de alumbrar nuestro camino y que es personal e intransferible. Por eso la negativa de las vírgenes prudentes a dar del suyo a las necias que dejaron su preparación para la  última hora, y por ello se quedaron fuera de la fiesta, desconocidas por el Dueño. "Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora".
Propósito: Hoy veré cómo anda mi "alistamiento" para el viaje.
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Viernes. Agosto 30 de 2013
J. RUIZ

jueves, 29 de agosto de 2013

Domingo XXI del Tiempo ordinario. Ciclo C

Un camino de vida y otro de muerte

28 de agosto de 2013 a la(s) 16:19
  Los discípulos preguntan "cuándo" se producirá el retorno del Hijo del hombre y Jesús responde indicando "cómo" prepararse para ese retorno, qué hacer durante la espera (Mt 24,
3-4).
¿Qué dice Jesús respecto del modo de salvarnos? Dos cosas: una negativa, otra positiva; primero lo que no sirve y no basta, después lo que sí sirve para salvarse. No basta para salvarse el hecho de  pertenecer a determinado pueblo, a determinada raza o tradición, institución, aunque fuera el pueblo elegido del que proviene el Salvador.
Por lo tanto para salvarse no basta ni siquiera el simple hecho de haber conocido a Jesús y pertenecer a la Iglesia: hace falta otra cosa.

Esa otra cosa es la que Jesús pretende revelar con las palabras sobre la "puerta estrecha". Estamos en la respuesta positiva, en lo que verdaderamente asegura la salvación que no es sino una decisión personal. Mateo contrapone dos caminos y dos puertas - una estrecha y otra ancha- que conducen respectivamente una a la vida y una a la muete. Hay dos caminos - leemos en la Didaché-, uno de la vida y otro de la muerte; la diferencia entre los dos caminos es grande: al camino de la vida le corresponden el amor a Dios y al prójimo, el bendecir a quien maldice, perdonar a quien te ofende, ser sincero, ser pobre; en suma los Mandamientos de Dios y las Bienaventuranzas de Jesús.
Al de la muerte le corresponden, por el contrario, la violencia, la hipocresía, la opresión del pobre, la mentira; en otras palabras, lo opuesto a los mandamaientos y a las bienaventuranzas.

Lo importante es atravesar la puerta estrecha, es decir, el empeño serio y personal por la búsqueda del Reino de Dios que es la única garantía que nos da la certeza de que se está en el camino que nos conduce a la luz de la salvación. Jesús ha repetido muchas veces este concepto: "No todos los que me dicen Señor, Señor, entrarán en el Reino de los cielos, sino aquel que hace la voluntad de mi Padre".
 Finalmente al Reino de Dios son admitidos todos los justos de la tierra que han luchado, amado y se han esforzado por su fe con sinceridad de corazón.

J. RUIZ

"NOSOTROS" PODEMOS TRANSMITIR LA FE

: Ramiro Pellitero | Fuente: iglesiaynuevaevangelizacion.blogspot.com.es
La transmisión de la fe desde el ´nosotros´ de la Iglesia
La luz de la fe cristiana puede crecer para iluminar el mundo y la historia con la ayuda imprescindible del Magisterio de la Iglesia
 
La transmisión de la fe desde el ´nosotros´ de la Iglesia
La transmisión de la fe desde el ´nosotros´ de la Iglesia
¿Puede transmitirse la fe? ¿No es algo subjetivo, que solo afecta a la relación de cada uno con Dios? La fe puede transmitirse, no ciertamente en cuanto don de Dios, sino en cuanto que los cristianos hacemos partícipes a otros de nuestra respuesta filial al don recibido. Es decir, en cuanto que podemos mostrarles la confianza que comporta creer en el Dios Uno y Trino, que nos ha manifestado su amor a través de su Hijo Jesucristo.

Y de hecho la fe se transmite entre los cristianos desde los orígenes del cristianismo, en y desde el “nosotros” de la Iglesia; pues en la familia de Dios, todos estamos llamados a “implicarnos” en el don de la fe para otros.


La fe se transmite de persona a persona

Cada cristiano está llamado a “contagiar” a los demás su apertura al amor, que es escucha de la Palabra de Dios y reflejo de su luz en la propia conducta. Dios mismo se sirve de la vida y de las palabras de los cristianos, para seguir dando a otros la fe (cf 1 Co 15, 3).

“La fe se transmite, por así decirlo, por contacto, de persona a persona, como una llama enciende otra llama” (Lumen fidei, n. 37; cf. 2 Co 4, 14). Así el “rostro” de Jesús llega a nosotros como semilla que da lugar a un gran árbol, a través de las generaciones (cf. 2 Co 3, 18; 4, 6), por medio de una cadena de testimonios (cf. n. 37 s).


La Iglesia nos transmite su memoria viva de la fe

No somos seres aislados. Una gran parte de nuestros conocimientos en la vida corriente –incluso nuestra propia autoconciencia– los obtenemos a partir del conocimiento y de la experiencia de otros. Lo mismo sucede con la fe. El amor de Jesús lo conocemos y nos “alcanza” por medio de otros cristianos, con los que formamos el “sujeto único de memoria que es la Iglesia” (n. 38). La Iglesia nos transmite su memoria viva de la fe. “La Iglesia es una Madre que nos enseña a hablar el lenguaje de la fe”, gracias a la acción del Espíritu Santo que actúa a la vez en la Iglesia y en cada uno de los cristianos (cf. Jn 14, 26).

Por eso, explica la encíclica Lumen fidei, “la fe no es únicamente una opción individual que se hace en la intimidad del creyente, no es una relación exclusiva entre el ‘yo’ del fiel y el ‘Tú’ divino, entre un sujeto autónomo y Dios. Por su misma naturaleza, se abre al ‘nosotros’, se da siempre dentro de la comunión de la Iglesia” (n. 39). La fe se transmite por tanto entre los cristianos, y esa transmisión se apoya en cuatro elementos principales.


La "profesión de fe" (el Credo)

Una primera forma en que la fe se manifiesta y se transmite es la “profesión de la fe” (condensada en el Credo). Se pide a quienes se bautizan, o en su nombre a sus padres y padrinos, que profese la fe en el marco de la familia de Dios que es la Iglesia. Lo mismo renovamos cada domingo en el “Credo” de la Misa. No se trata sólo de asentir a un conjunto de verdades abstractas, sino de un “ponerse en camino” para compartir la comunión íntima de vida dentro de la Trinidad, donde el Padre y el Hijo se unen en el Espíritu Santo. Somos así insertados en ese amor divino que ha querido abrazar la historia de los hombres (cf. n. 45).

De este modo quien cree no cree solo o por su cuenta, sino en una familia de hijos del mismo Padre del Cielo, Dios, y de la misma Madre en la tierra, la Iglesia. Por tanto, como dice Tertuliano, el cristiano puede rezar con sus hermanos el Padrenuestro, y queda invitado a compartir con otros la alegría de la fe (cf. n. 39).

Afirma el Concilio Vaticano II: “Lo que los Apóstoles transmitieron comprende todo lo necesario para una vida santa y para una fe creciente del Pueblo de Dios; así la Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que es y lo que cree” ( Const. Dogm. Dei Vebum, n. 8).


La fe se transmite por los sacramentos

En segundo lugar, la fe se transmite por los sacramentos. Si se tratase solamente de transmitir una doctrina, dice la encíclica, bastaría quizá un libro o un mensaje oral. “Pero lo que se comunica en la Iglesia, lo que se transmite en su Tradición viva, es la luz nueva que nace del encuentro con el Dios vivo, una luz que toca la persona en su centro, en el corazón, implicando su mente, su voluntad y su afectividad, abriéndola a relaciones vivas en la comunión con Dios y con los otros” (Lumen fidei, n. 40). Para esto hay un medio “que pone en juego a toda la persona, cuerpo, espíritu, interioridad y relaciones”, y ese medio son los sacramentos. A través de ellos la vida del hombre se abre, desde lo visible y material, al misterio de lo eterno.

Por el bautismo –a través de la confesión de la fe en la Trinidad y la inmersión o el lavado con agua– nos sepultamos en la muerte de Cristo para resucitar a la vida nueva con Él, como hijos adoptivos de Dios en su familia que es la Iglesia. “En el bautismo el hombre recibe también una doctrina que profesar y una forma concreta de vivir, que implica a toda la persona y la pone en el camino del bien” (n. 41).

El bautismo nos “introduce en la dinámica del amor de Jesús, fuente de seguridad para el camino de nuestra vida” (n. 42). A los padres les corresponde educar a sus hijos en la fe de la Iglesia, simbolizada por la luz que el padre enciende en el cirio durante la liturgia bautismal. Y esa fe es ulteriormente corroborada en el sacramento de la confirmación con el sello del Espíritu Santo (cf. n. 43).

En la Eucaristía, al transformarse el pan y el vino en el cuerpo y sangre del Señor, se expresa plenamente la naturaleza sacramental de la fe, que por los signos –pan y vino- nos lleva a las realidades más profundas (cf. n. 44). En la Eucaristía –señala nuestro documento– confluyen los dos ejes del camino de la fe (cabría decir, uno horizontal y otro vertical). De un lado el eje [horizontal] de la historia, que enlaza nuestro presente con el pasado (al actualizar la memoria de los misterios de la salvación) y con el futuro, pues nos abre a la plenitud final de nuestra resurrección con Cristo.

De otro lado el eje [vertical] que lleva del mundo visible al invisible, de la realidad humana a la profundidad y altura de lo divino, con un movimiento que acompaña al de toda la creación hacia su plenitud en Dios. Aquí podría evocarse Jn 12, 32, pues es Cristo quien “atrae” con su entrega amorosa, que pervive en los cristianos, todas las cosas hacia Dios.


La oración y el decálogo

Además de la confesión de la fe y de los sacramentos, otros dos elementos son esenciales para la transmisión de la memoria viva de la Iglesia: la oración (condensada en el Padre nuestro) y el decálogo. Tanto uno como otro nos ayudan a salir de nosotros mismos para entrar en relación con Dios y los demás, como ha explicado Benedicto XVI.

“El decálogo –señala ahora la encíclica– no es un conjunto de preceptos negativos, sino indicaciones concretas para salir del desierto del “yo” autorreferencial, cerrado en sí mismo, y entrar en diálogo con Dios, dejándose abrazar por su misericordia para ser portador de su misericordia” (n. 46). Un camino de gratitud y de respuesta al amor, que recibe una nueva luz en la enseñanza de Jesús, en el Discurso de la Montaña (cf. Mt 5-7).

En conjunto tenemos así “los cuatro elementos que contienen el tesoro de memoria que la Iglesia transmite: la confesión de fe, la celebración de los sacramentos, el camino del decálogo, la oración”. Así los transmite la pedagogía de la Iglesia, y en nuestro tiempo, “el Catecismo de la Iglesia Católica, instrumento fundamental para aquel acto unitario con el que la Iglesia comunica el contenido completo de la fe, ‘todo lo que ella es, todo lo que cree‘ (DV 8)” (Lumen fidei, 46).


Unidad e integridad

Y así la fe cristiana, que es la fe de la Iglesia, se transmite en unidad y con integridad. La unidad de la fe está basada en la “visión común” de los que tienen la experiencia común del amor, que procede de un solo Dios y de un solo Señor Jesucristo; pues también “el amor verdadero, a medida del amor divino, exige la verdad y, en la mirada común de la verdad, que es Jesucristo, adquiere firmeza y profundidad” (n. 47).

La unidad de la fe cristiana es compartida en toda la Iglesia, y, en ella, tanto por los pastores como por los fieles, tanto los más cultos como los más sencillos. Esa unidad es también integridad, que quiere decir aceptación y vivencia de todos los aspectos de la fe, sin seleccionar solo los que parecen más “fáciles” de vivir y comprender. Y es que la fe es como un cuerpo o un organismo vivo (J.H. Newman). Así es como la luz de la fe cristiana puede crecer para iluminar el mundo y la historia, con la ayuda imprescindible del Magisterio de la Iglesia, que garantiza nuestra unión con los apóstoles, primeros testigos de la fe, escogidos por el mismo Cristo para esa misión (cf. Ibid., nn. 48 s). 

Bajado por: J. RUIZ

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Muerte de Juan el Bautista
Muerte de Juan el Bautista
   "...En aquel tiempo Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: No te está permitido tener la mujer de tu hermano. Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto. Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras y te lo daré. Y le juró: Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino. Salió la muchacha y preguntó a su madre: ¿Qué voy a pedir? Y ella le dijo: La cabeza de Juan el Bautista. Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista. El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura". 
                             Marcos 6, 17-29
       "El más grande de los hombres nacidos de mujer", dijo de él el mismo Cristo. Y tan humilde que, sabiendo quién era, consideraba de sí mismo que no era "digno de desatar las correas de las sandalias" de Jesús. Y tan fiel que predicó sus enseñanzas en todo momento y en todo lugar, aun a costa de su propia vida, como nos narra hoy Marcos. Modelo de entereza y de coherencia de vida, no le importó para nada la importancia social de quien obraba mal para decírselo y reprochárselo, cada vez que tenía oportunidad; y fue víctima precisamente de alguien que no fue capaz de vencer el temor al qué dirán, si faltaba a un juramento que, de ninguna manera le obligaba, puesto que implicaba un crimen. ¿Nos atrevemos a tratar de seguir su ejemplo?
Propósito: Hoy intentaré olvidarme del "qué dirán", si obro de tal o cual manera, con tal que sea correcta.
                            ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                             Jueves. Agosto 29 DE 2013
J. RUIZ

miércoles, 28 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

¡Sepulcros blanqueados!
¡Sepulcros blanqueados!
    "...En aquellos días, dijo Jesús: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas! Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas.¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!" 
           Mateo 23, 27-32 
       ¡Cómo es de duro Jesús con los hipócritas! Los reproches que les hace son de verdad duros. Es peor aparentar ser buenos que ser realmente malos, pues ya vemos cómo Él acogía a los pecadores y compartía con ellos y eran sus preferidos, porque estaban enfermos y Él vino para curarlos. Pero a los hipócritas siempre los rechazaba. No hay que aparentar, tratando de engañar, primero que todo a Dios, sin darnos cuenta de que no podemos engañarlo porque para Él, nosotros y nuestra vida, somos un eterno presente: Él todo lo puede, todo lo ve, y todo lo sabe. En segundo lugar, a los demás, ya que les estamos diciendo mentiras y a nadie le gusta que le mientan. Y también a nosotros mismos, porque llegamos a creer, con gran soberbia, que, sólo aparentando exteriormente una pureza y limpieza de corazón, ya estamos salvados y que somos modelo para otros. "Sí, sí" y "No, no", nos enseñó Jesús. Escuchémosle.
Propósito: Hoy procuraré practicar el "sí sí y el no, no", sin ostentaciones.
                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                         Miércoles. Agosto 28 de 2013
J. RUIZ

martes, 27 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


Escribas y fariseos hipócritas
 Fariseos hipócritas "...En aquel tiempo Jesús habló diciendo: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña e intemperancia! ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!"
                                                                                         Mateo 23, 23-26                            La importancia de cumplir la Ley no está en cumplirla por cumplirla, por crearse una imagen de persona recta, solamente "limpiando los vasos y los platos por fuera, mientras por dentro siguen sucios" con la arrogancia y la soberbia con que mira a los demás quien se cree limpio porque cumple la letra de la Ley sin atender al espíritu y a la intención con que fue escrita y promulgada. A los demás hay que mirarlos con misericordia y desde allí, desde la compasión que Jesús nos enseñó, entonces sí cumplir con las normas escritas y quedaremos limpios por dentro y por fuera como debe ser.
Propósito: Hoy miraré qué tan "legalista" pueda ser en el cumplimiento de mis deberes.
                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Martes. Agosto 27 de 2013
J. RUIZ

lunes, 26 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Maldiciones contra escribas y fariseos
Maldiciones contra escribas y fariseos
    "...En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! Vuestra sentencia será por eso más severa.¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros!¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga! ¡ Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el trono de Dios y también por el que está sentado en él".
                                                                       Mateo 23, 13-22
       El "¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas!" que Jesús les echa en cara a los encargados de enseñar la Ley y de hacerla cumplir, es porque ellos no la cumplen; la predican ostentosamente pero su testimonio de vida está en contravía de lo que enseñan, empujando así, con su ejemplo, a los demás fuera del camino de la salvación a la que, supuestamente, tratan de llevarlos. Debemos ser honestos, testimoniando con nuestra forma de vida la coherencia de lo que pensamos y decimos, con lo que hacemos. Así, con sencillez y humildad podremos verdaderamente ser guías y ser luz que pueda disipar las tinieblas en el camino que lleva al Reino.
Propósito: Hoy procuraré ser testigo fiel y coherente en mi trato con los demás.
                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                         Lunes. Agosto 26 de 2013
J. RUIZ

domingo, 25 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

¡Entrad por la puerta estrecha!
¡Entrad por la puerta estrecha!
    "...Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? El les dijo:Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ¡Señor, ábrenos! Y os responderá: No sé de dónde sois. Entonces empezaréis a decir: "
Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas; y os volverá a decir: No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia! Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos."
                                          Lucas 13, 22-30
       No por decir que somos católicos tenemos asegurada la salvación. No por invocar: "¡Señor, Señor!", entraremos en el Reino de los cielos, sino por hacer la voluntad del Padre, que es que "le amemos a Él sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos". El camino que lleva a la Casa del Padre es angosto y de subida; y la puerta por donde se llega a él, es estrecha. Por eso debemos desprendernos de todo lo que nos estorbe, de todo lo que no necesitemos, renunciando a cosas que talvez nos harían más placentero el camino, pero que, por su volumen, no nos dejarían avanzar por él: nuestro egoismo, nuestro gusto por el placer, por el facilismo, por los bienes materiales. Mientras más "pequeños" e insignificantes nos hagamos, más fácilmente podremos marchar por ese camino que es el mismo que pasa por el Calvario.
Propósito: Hoy seguiré pidiendo al Señor me dé luces para comprender cuáles son mis mayores "estorbos", y fuerza para desprenderme de ellos.
                                 ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                                  Domingo. Agosto 25 de 2013
J. RUIZ

sábado, 24 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

El encuentro con Natanael
El encuentro con Natanael
   "...En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: Aquel de quien escribieron Moisés y la Ley y los Profetas lo hemos encontrado: a Jesús, hijo de José, de Nazaret. Natanael le replicó: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le contestó: Ven y verás. Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Natanael le contesta: ¿De qué me conoces?Jesús le responde: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Natanael respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre".
                                                                                                                 Juan 1, 45-51 
      En la elección de los primeros discípulos podemos ver que la iniciativa siempre la toma Jesús. Es Él quien llama, quien invita a seguirle. Pero hay que darle una respuesta, que es totalmente libre. Y luego, si decidimos aceptar su invitación y seguirle, nos inunda el gozo, la alegría de haberle encontrado. Y, como consecuencia de ello, queremos compartir con otros esa alegría y, con nuestro testimonio, les invitamos para que vengan también "a ver", a sentir y a gustar dónde y cómo es que vive el Señor. Y es necesario que Él nos vea como somos, sin dobleces, sin máscaras, sin engaños.
Propósito: Hoy pediré al Padre me ayude a vivir sin máscaras y sin dobleces.
                              ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                               Sábado. Agosto 24 de 2013
J. RUIZ

viernes, 23 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Amarás a Dios con todo tu corazón
Amarás a Dios con todo tu corazón
    "...En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? Él le dijo: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas".
                                                         Mateo 22, 34-40
       Dos mandamientos semejantes y mayores, pero uno es primero que el otro: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser". Este es el principal y primero de los mandamientos. Y luego, en segundo lugar, pero semejante al primero: "Amarás a tu prójimo como a tí mismo". Si primero no amamos a Dios tampoco amaremos a los demás, ya que a su amor llegamos por amor a Él. Así nos lo recuerda la forma de la cruz: el palo vertical y más grande, apuntando hacia arriba, hacia el Padre, es el símbolo de nuestro amor a Él, mientras que el madero horizontal, más corto, y soportado en el primero, es el amor que sentimos por nuestros hermanos. Cumplamos estos mandamientos y viviremos.
Propósito: Hoy pediré al Señor me ayude a reconocerle y amarle a Él en los hermanos que encuentre en mi camino.
                             ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                              Viernes. Agosto 23 de 2013
J. RUIZ

jueves, 22 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Parábola del banquete nupcial
Parábola del banquete nupcial
   "...Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo: El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda. Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda. Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda? El se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos". 
                Mateo 22, 1-14
       Somos invitados permanentes al banquete de bodas que Jesús está siempre celebrando con su Iglesia, porque somos sus hermanos, somos sus amigos y Él quiere que disfrutemos de su alegría y de su gloria. Pero muchas veces, nosotros, como los invitados de aquel rey que nos cuenta el Evangelio, nos vamos "a nuestro campo", a "nuestro negocio", a "nuestros asuntos", y despreciamos su invitación. O talvez sacamos "el tiempito" para ir pero no llevamos "el traje" del amor, amor a Dios y a los demás, la gracia santificante, que Él mismo nos provee, y que es indispensable en estas ocasiones para entrar en el Reino a la casa del Padre. Se nos olvida que Él nos invita porque quiere que vamos, pero no nos obliga a ir. Si no vamos simplemente seremos reemplazados, porque "muchos son llamados, mas pocos escogidos".
Propósito: Hoy examinaré si mi "traje" está en condiciones para entrar al Banquete.
                                ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                                Jueves. Agosto 22 de 2013
J. RUIZ

miércoles, 21 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Parábola de los trabajadores de la viña
Parábola de los trabajadores de la viña
   "...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido. Ellos fueron. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: ¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar? Le respondieron: Nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también vosotros a mi viña. Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno. Él replicó a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos".
                                                      Mateo 20, 1-16
       La misericordia y la caridad van más allá de la justicia, es la enseñanza de esta parábola. Jesús tuvo compasión de los que estaban sin trabajo y remunera con el mismo jornal a los que estuvieron trabajando todo el día en su campo y con quienes había convenido un salario, por lo que no comete ninguna injusticia, como ellos pretenden, y a los que sólo vinieron a última hora y a quienes sólo había prometido darles lo justo. Talvez su compasión se debió a que pensó en la angustia de pasarse casi todo el día buscando un trabajo sin hallarlo, y quiso compensarlos. Y además, Él da a cada uno lo que quiere, lo que para cada uno considera justo, y su misericordia se extiende sobre cada uno según su propia medida y su propio tiempo. Agradezcamos, amemos y sirvamos, confiando siempre en su justicia y en su misericordia infinitas, que Él siempre nos dará más de lo que somos capaces de esperar.
Propósito: Hoy, procuraré no sentir envidia por los bienes o el bienestar de los demás, sino sólo confianza en la justicia y misericordia divinas.
                                ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                                 Miércoles. Agosto 21 de 2013
J. RUIZ

martes, 20 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La renuncia de los apóstoles y su premio
La renuncia de los apóstoles y su premio
    "...En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos. Al oír esto, los discípulos, llenos de asombro, decían: Entonces, ¿quién se podrá salvar? Jesús, mirándolos fijamente, dijo: Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible. Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues? Jesús les dijo: Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros".
                                                                                                        Mateo 19, 23-30
      Vuelve Jesús sobre las dificultades que pone la riqueza de bienes materiales para poder obtener el Reino de los cielos y así  alcanzar la vida eterna. Hasta el punto de considerar, claro que con un poco de exageración, talvez (parece que hubiera sido antioqueño), que "es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los cielos". Pero en seguida explica que, aunque parezca imposible para el hombre, para Dios no lo es. Lo que pasa es, que si uno se apega tanto, se aferra tanto, a ellas, si no es capaz de separarse, de desprenderse de ellas, se convierten en un estorbo para entrar por la "puerta estrecha" y caminar por el "camino angosto" que lleva a la Casa del Padre, para lo cual es necesario ir lo más ligeros de equipaje material que nos sea posible. Si somos capaces de desprendernos, primero que todo de nuestro "yo" mismo, de nuestro egoísmo, y de compartir lo que tengamos, mucho o poco, con los que no tienen nada, estaremos, verdaderamente, siguiendo a Jesús, y, ganándonos, según su promesa, "el ciento por uno".
Propósito: Hoy examinaré de qué cosas materiales todavía siento apego y pediré a Jesús me ayude a desprenderme de ellas, o a compartirlas, si fuere oportuno. 
                               ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                                Martes. Agosto 20 de 2013
J. RUIZ

lunes, 19 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

El joven rico
El joven rico
   "...En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Él le preguntó: ¿Cuáles? Jesús le contestó: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama al prójimo como a ti mismo. El muchacho le dijo: Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta? Jesús le contestó: Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo. Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico".
                                                        Mateo 19, 16-22
      Que las riquezas, muchas o pocas, que podamos tener, no nos entristezcan, como al joven de la parábola. Aprovechémoslas para "hacernos un tesoro en el cielo", compartiéndolas con los que no tienen nada o tienen demasiado poco. Al fin y al cabo es lo que verdaderamente vale: es un tesoro que no se oxida, que no se corrompe y al que no pueden robar los ladrones. Para seguir a Jesús, ya lo dijo Él, hay que ir sin alforjas, ni dinero. Todo eso es equipaje que estorba y hace perder el camino: mientras más livianos vamos, más fácilmente podremos seguir adelante, cargando nuestra propia cruz, sobretodo cuando vengan las cuestas de nuestro propio calvario.
Propósito: Hoy procuraré renunciar voluntariamente a alguna de mis "pertenencias" o de mis "gustos".
                                  ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                                   Lunes. Agosto 19 de 2013
J. RUIZ

domingo, 18 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

He venido a traer  fuego sobre la tierra
He venido a traer fuego sobre la tierra
   "...En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla! ¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división. Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".
                                                                          Lucas 12, 49-53
       La radicalidad de la llamada de Jesús es perentoria: o todo o nada. No es a medias tintas ni es con tibiezas que se debe seguir a Jesús. Es algo así como a sangre y fuego. El Papa Francisco lo recordaba a los jóvenes del mundo en Brasil: los jóvenes deben armar jaleo, deben protestar, gritar y hacer valer su inconformidad, cuando las cosas no van como deben ir, cuando las injusticias son el pan de cada día, cuando la pobreza, el desplazamiento y la exclusión, por parte de una clase dominante y prepotente, hacen de la persona humana un ser sin la dignidad que le confiere el ser hijos de Dios y coherederos con Cristo.
Propósito: Hoy me haré consciente de ser "señal de contradicción" para el mundo y no temeré más al fuego, que no siempre es destrucción: también limpia y purifica.
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Domingo. Agosto 18 de 2013
J. RUIZ

viernes, 16 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Lo que Dios unió no lo separe el hombre
Lo que Dios unió no lo separe el hombre  
   "...En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: ¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo? Él les respondió: ¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Ellos insistieron: ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse? Él le contestó: Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer –no hablo de prostitución- y se casa con otra, comete adulterio. Los discípulos le replicaron: Si ésa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse. Pero Él les dijo: No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga".
                                                 Mateo 19, 3-12 
      En el Evangelio de hoy Jesús nos recuerda las cosas que los cristianos estamos olvidando del matrimonio: que es institución divina, no humana; que es entre un hombre y una mujer, porque sólo entre ellos se da la complementariedad para la que, desde un principio, fuimos creados; y que es para siempre, no transitoria ni desechable a conveniencia propia, unilateral o bilateralmente. Además es la base de la familia que a su vez es la célula de la sociedad y si se destruye por el divorcio o por un mal funcionamiento, es la sociedad entera la que sufrirá las consecuencias, como bien lo estamos viendo hoy en día. Y, si nos parece duro, como a los discípulos que opinaron que era mejor no casarse, Jesús nos dice que hay otras opciones: hacerse célibe por el Reino de los cielos. Pero además está el solicitar su ayuda, ya que para Dios nada hay imposible, por medio de la oración y los Sacramentos.
Propósito: Hoy trataré de recordar lo que se nos olvida del matrimonio
                               ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                                Viernes. Agosto 16 de 2013
J. RUIZ

jueves, 15 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


El triunfo definitivo de María
El triunfo definitivo de María
    "...En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! Y dijo María: Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia- como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos. María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa". 
                                                                                        Lucas 1, 39-56
       La Iglesia católica celebra hoy la fiesta de la asunción de la Virgen María, en cuerpo y alma, a los cielos. No podía ser posible que quien llevó en sus entrañas al Hijo de Dios, la pureza misma, la perfección misma; que por lo mismo fue concebida y conservada sin pecado,  fuera a sufrir los destrozos de la corrupción. En este pasaje de hoy, Lucas nos muestra un poco lo que ella pensaba acerca de Dios y su relación con nosotros y de su propia relación con Él, que era íntima y constante, en ese canto inmortal del Magníficat, en donde exalta la preferencia de Dios por los pobres y desposeídos, por los humildes y excluídos en general. Es nuestra madre, acudamos a ella, como lo han hecho "de generación en generación los que temen a Dios" con el convencimiento de que ella intercederá siempre por nosotros y de que Él, como en las Bodas de Caná, no le negará nada.
Propósito: Hoy pediré a María su ayuda para poderla imitar en su sometimiento a la voluntad del Señor.
                           ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                            Jueves. Agosto 15 de 2013
J. RUIZ

miércoles, 14 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La corrección fraterna
La corrección fraterna
   "...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
                                                                                                      Mateo 18, 15-20
       El cristiano no debe callar, talvez por un falso sentimiento de caridad, cuando alguien está cometiendo un error. Las correcciones son necesarias para enderezar el camino que se ha torcido. Pero deben hacerse con humildad, sencillez y caridad, evitando, en cuanto sea posible, las molestias a que pueda haber lugar, y sin olvidar aquello de la viga en el ojo. Como también con caridad, humildad y sencillez deben recibirse, cuando el error sea de nuestra parte. El perdón siempre es posible, si lo solicitamos con humildad en la oración y el Sacramento de la Reconciliación. Y, si la oración personal es indispensable, la oración comunitaria es más valiosa ante el Padre, porque Jesús, su Hijo amado, estará allí en medio de quienes así la hacen.
Propósito: Hoy aceptaré con gusto alguna llamada de atención que se me haga.
                             ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                              Miércoles. Agosto 14 de 2013
J. RUIZ

martes, 13 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


El más grande en el  Cielo
El más grande en el Cielo
   "...En aquel tiempo se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: ¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos? Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños". 
               Mateo 18, 1-5. 10, 12-24.
       En los días anteriores los Evangelios nos han hablado de la ambición por las riquezas y los bienes terrenales, y de la vanidad de ellas, pues no perduran ni tienen ningún valor para la vida eterna. La ambición de tener. Hoy la liturgia de la Iglesia trae un pasaje Evangélico donde trata de la ambición por el poder, la ambición de ser. De ser el primero, de ser el mejor, de ser el más reconocido. Y Jesús, con la claridad del ejemplo, nos explica que "si no os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los cielos". El asunto está, no en ser como niños, sino en "hacerse como niños". Esto es, que si somos inteligentes, talvez brillantes, por la bondad infinita de Dios, no hagamos ostentación de ello ante los demás, que no perdamos la sencillez ni la tranquilidad, así como un niño a quien estas cosas no trasnochan ni les da mayor importancia.
Propósito: Hoy pediré a mi ángel de la guarda me ayude a alejar de mí los deseos de mostrar, con ostentación, lo que Él me ha concedido.
                          ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                           Martes. Agosto 13 de 2013
J. RUIZ

lunes, 12 de agosto de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

El tributo del templo
El tributo del templo
    "...En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús: Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día. Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí. Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños. Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti".
                                                Mateo 17, 22-27
      Jesús, como Hijo del Padre, está exento del tributo que para el mantenimiento de su templo recaudaban los Levitas. Pero para no escandalizar a las gentes explica a Pedro que es mejor pagarlo y someterse a sus normas. Y nos enseña así a nosotros que no debemos causar escándalos con nuestra forma de vida, y que, aun siendo correcta, no debemos llevarla hasta extremos que talvez no sean necesarios y sí de alguna manera, perjudiciales para lograr la expansión del Reino de Dios. Debemos actuar siempre con caridad: amor y servicio a Dios y a los hermanos.
Propósito: Hoy revisaré cómo es mi cumplimiento de las normas cívicas en mi comunidad.
                               ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                                Lunes. Agosto 12 de 2013
J. RUIZ