"...En aquel tiempo Jesús decía: En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre. Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado. Os he dicho todo esto en parábolas. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en parábolas, sino que con toda claridad os hablaré acerca del Padre. Aquel día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre".
Juan 16, 23-28
En las palabras de despedida de Jesús a sus Discípulos, y en ellos, a nosotros, no hay sino amor.- Es una continua preocupación porque se va a ir y vamos a quedar tristes y desorientados. Y trata, entonces, de asegurarnos que no nos abandonará, que va al Padre, pero que regresará; que nos preparará unas moradas en Casa de su Padre, para que disfrutemos cuando lleguemos; que nos enviará un Espíritu Consolador que nos guiará, nos iluminará y nos fortalecerá para el peregrinaje que hemos de cumplir; que todo "lo que pidáis al Padre, os lo dará en mi nombre; en fin, una preocupación que no puede indicar otra cosa que ese gran amor, ese amor infinito que el Padre-Madre, Hijo y Espíritu Santo sienten por cada uno de nosotros, y que ha hecho que ese Padre Dios se inventara la manera de permanecer con nosotros para siempre: la Sagrada Eucaristía. No nos queda sino gratitud, y la única respuesta posible al amor, es el amor.
Propósito: Hoy te daré gracias, Señor, por todo lo que soy y tengo.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Sábado. Mayo 12 de 2018
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario