UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Misericordia quiero y no sacrificio    "...Un sábado de aquellos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: -Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado. Les replicó: -¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa «quiero misericordia y no sacrificio», no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del Hombre es señor del sábado".                                                         Mateo 12, 1-8        Las normas de la Ley deben ser herramientas útiles para ayudarnos a mejorar cada día nuestras conductas, pero por encima de ellas estará siempre la caridad, el amor a Dios y a los demás. "Misericordia quiero y no sacrificios". Si la Ley se nos convierte en una cadena que nos impide expresar la vida, pierde el sentido, el espíritu que buscaba el legislador al promulgarla. Y Él es el dueño del sábado, de la vida y de la historia y considera que la dignidad de la persona humana está por encima de la letra de la Ley. Esta no puede, de ninguna manera ni en ninguna circunstancia, impedirnos hacer el bien. Pongámosle amor al mandato de la norma y hagámosla amable; porque si somos rigoristas, se nos hará pesada. odiosa y de difícil cumplimiento. Pero con amor no hay carga pesada. Propósito: Hoy trataré de cumplir mis tareas con amor y no sólo por necesidad.                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                         Viernes. Julio 18 de 2014 J. RUIZ