martes, 26 de diciembre de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque, en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes. El hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin se salvará".
                                                                                                       Mateo 10, 17-22
      Ser mártir es ser testigo, cueste lo que cueste.- Con derramamiento de sangre o sin derramamiento de sangre, pero con perseverancia en la coherencia de mis convicciones. Si creo en la Palabra de Jesús y en que su vida es la forma en que se debe vivir, tengo que ser consecuente con ello, así se me persiga, así se me critique, así se me vitupere, así se me encarcele o así me cueste la vida, como al joven Esteban, sangre fresca con que se amasaron los cimientos de la Nueva Iglesia, cuando todavía estaba fresca la sangre redentora de Jesús. Esta reflexión no interrumpe la alegría de la Navidad, sino que la refuerza al pensar que el Espíritu Santo, si perseveramos, estará presente hasta el final, velando porque alcancemos la salvación, para la que fuimos creados.
Propósito: Hoy mi reflexión será acerca de cómo es mi vida de coherente con mis creencias.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Martes. Diciembre 26 de 2017
J. RUIZ 

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