miércoles, 20 de diciembre de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: ¡Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la Madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa Tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
                          Lucas 1, 39-45
      Isabel llama "dichosa" a María, no por ser la Madre de Dios, sino por "haber creído".- La fe en que todo se hará como lo ha anunciado el Señor. Y el acatamiento de esa voluntad con humildad total que reconoce el poder de Dios y la pequeñez nuestra: "he aquí la esclava del Señor".Y  por eso la alegría de poder abandonarse, sin preocupaciones, a la Providencia misericordiosa de Dios, y el querer compartirla con los demás, dejándola también a su servicio. Es lo que hace María al hacer semejante viaje, en aquella época, a prestar sus servicios a su parienta Isabel. So las dos mujeres más felices de toda la humanidad, portadoras en su vientre maternal, la una, del Hijo de Dios, y la otra, de su anunciador: "la voz del que clama en el desierto: allanad los caminos del Señor". No se cambian por nadie, pero tampoco se envanecen inútilmente, creyéndose privilegiadas, sino que se regocijan por "haber creído que se cumpliría lo que les fue anunciado de parte del Señor".
Propósito: Hoy trataré de vivir y de compartir con los míos la alegría de la fe que profeso.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                   Jueves. Diciembre 21 de 2017
J. RUIZ 

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