martes, 26 de diciembre de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...El primer día después del sábado, María Magdalena vino corriendo a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró. En eso, llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Observó los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces, entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos".
                                                                    Juan 20, 2-9
      Jesús, como Vida que es, no puede estar entre los muertos.- Así lo comprende Juan, "el discípulo a quien Jesús amaba", al llegar de primero a la tumba vacía y ver el sudario y los lienzos ordenados a un lado de sepulcro. Y entonces "vio y creyó". O mejor: no vio lo que esperaba ver y creyó porque el recuerdo de las palabras de Maestro, le hizo intuir lo que había pasado: Jesús había resucitado, había vencido a la muerte y había reconstruído en tres días el templo de su cuerpo, como lo había anunciado con palabras que ellos no habían podido comprender en ese momento, pero que ahora aparecían claras como el agua. Y al mismo tiempo la alegría de ser sus testigos invadió el corazón de los apóstoles. Y Pedro, Juan y María, la que "había amado mucho", corrieron desalados a proclamar la Buena Noticia: El Maestro ha resucitado como lo dijeron las Escrituras y Él mismo. No lo hemos visto, pero el sepulcro está vacío. Y nosotros somos testigos, como lo fuimos de su Pasión y de su Muerte.
Propósito: Hoy, Señor, mi petición será: ¡Concédeme la alegría de ser tu testigo, oh Señor!
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                 Miércoles. Diciembre 27 de 2017
J. RUIZ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario