miércoles, 1 de noviembre de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...Viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros".                                                                                                                                 Mateo 5, 1 - 12                                                                                                  Los Bienaventurados, los felices, son los que aman, los que cumplen la Ley del amor, que está por encima de cualquiera otra,- Porque Jesús lo afirma así en el Evangelio de hoy: los pobres, los que tienen hambre y sed, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos, los injuriados. Y ¿quiénes son los los que hacen todo esto? Los que aman y sirven a Dios y a los demás. Los que se preocupan, antes que de su propio bienestar y conveniencia, en que todo lo que hagan o dejen de hacer, servirá, de alguna manera, para el mejor estar de los demás y del medio en el que cada uno se desenvuelve. Parece tan sencillo. Pero a ello se opone  la ambición y las ansias de tener y de ser más que los demás, porque creemos que así seremos más felices. Pensemos que "el más feliz no es el que más tiene, sino el que menos necesita". Talvez nos ayude a lograrlo si respetamos nuestra casa (la naturaleza) y a los que, con nosotros, viven en ella.                                                                                          Propósito: Hoy procuraré tomar conciencia de todo lo que me sobra para ser feliz.                                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE  YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                                      Miércoles. Noviembre 1 de 2017 

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