martes, 7 de junio de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La sal es para que sazone y la luz, para que alumbre   "...En aquel tiempo decía Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".
                                          Mateo 5, 13-16
       Si hemos seguido la reglamentación de que hablábamos ayer, las Bienaventuranzas, seremos "sal de la tierra y luz del mundo". La sal sazona, dá sabor y preserva los alimentos de la corrupción; la luz, brilla, alumbra y derrota las tinieblas. Entonces esa virtudes no pueden esconderse, disimularse bajo los ropajes de una falsa humildad. Si, por la gracia de Dios las hemos recibido, para su gloria las hemos de exhibir. No hagamos ostentación de ellas como de algo ganado por nuestros méritos, ya que somos nada, pero tampoco las escondamos como algo vergonzoso. Mostrémoslas como símbolo del poder y de la gloria del Dios Misericordioso, que, con tan deficientes herramientas, hace obras maravillosas para la expansión de su Reino de amor y de justicia.
Propósito: Hoy y siempre procuraré mostrar que "el Señor ha hecho en mí maravillas".
                  ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                           Martes. Junio 7 de 2016
J. RUIZ

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