lunes, 20 de junio de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

No tenemos porqué juzgar a nadie  "...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: Deja que te saque la brizna del ojo, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano".
                      Mateo 7, 1-5
       Para juzgar a otro necesitaríamos ser perfectos, no tener "vigas" en nuestros ojos, para poder ver con claridad la "pajita" en el ojo ajeno. Por eso sólo Dios, el Santo, el Perfecto, puede juzgar y condenar. Y lo hace siempre, no sólo con justicia, sino con misericordia, teniendo en cuenta, no únicamente nuestras grandes y continuas faltas, sino mirando más nuestros pequeños y escasos logros. Si por cualquier circunstancia nos vemos en la penosa necesidad de emitir un juicio sobre el actuar de algún hermano, debemos procurar hacerlo siguiendo esos parámetros de misericordia, comprensión y perdón; además porque, "con la medida con que midáis, se os medirá". Y también nosotros un día deberemos presentarnos al juicio definitivo y será bueno que también con  nosotros hagan lo que hicimos.
Propósito: Hoy pediré al Señor me conceda magnanimidad para saber minimizar los posibles defectos de quienes me rodean.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                            Lunes. Junio 20 de 2016
J. RUIZ

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