Es en el corazón en donde está todo lo grande que el hombre pueda tener "...En aquel tiempo Jesús dijo esta parábola a los escribas y fariseos. ¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las 99 en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: "Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido." Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión". Lucas 15, 3-7 Sí, en el corazón del hombre podemos encontrar todo lo bueno, noble y justo que éste pueda tener. Y también lo peor. Pero el de Jesús, cicatrizado por las heridas de nuestros pecados, no puede significar sino amor por nosotros, pues sólo así podremos explicar su alegría de Buen Pastor cuando encuentra la oveja que había perdido. Alegrémonos entonces con Él, arrepintámonos y pidámosle perdón por nuestro extravío y unámonos a la fiesta del reencuentro, porque "habrá más alegría en el cielo por un pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión". Sólo necesitamos arrepentirnos dejando de lado nuestra soberbia, y, con humildad, reconocer que hemos pecado, que nos hemos perdido, y necesitamos ser hallados y salvados. Propósito: Hoy haré un acto de contrición sincera reconociendo la necesidad que tengo de perdón, compasión y misericordia. ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO ! Viernes. Junio 3 de 2016
J. RUIZ
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