viernes, 24 de junio de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La mano del Señor estaba con él    "...Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: No; se ha de llamar Juan. Le decían: No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre. Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. El pidió una tablilla y escribió: Juan es su nombre. Y todos quedaron admirados. Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: Pues ¿qué será este niño? Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él. El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel".
                                                                                                      Lucas 1, 57-66.80
       Juan fue el elegido y por eso "la mano del Señor estaba con él" mientras "su espíritu se fortalecía". Sería "la voz que clama en el desierto: preparad los caminos del Señor". Una voz convincente y denunciadora de las injusticias de los poderosos ante los mismos poderosos, como Herodes, aunque con ello pusiera en juego su propia vida. Pero él nunca tuvo temor: era consciente de su grandeza pero también de su limitación. Era humilde de verdad. Sabía que sólo era "la voz". Después de él vendría la Palabra ante quien no se consideraba siquiera digno de soltar la correa de su sandalia. Pero en el cumplimiento de su misión iría hasta la muerte misma, y así se constituiría para nosotros, en el modelo de "elegido" para llevar por doquiera la Palabra del Señor, pregonando la Buena Noticia del Reino, la Buena Nueva de la Salvación.
Propósito: Hoy pediré al Señor que "su mano esté conmigo" con una humildad y una fortaleza como la de Juan.
                       ¡FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                            Viernes. Junio 24 de 2016
J. RUIZ

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