UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

No hay nada oculto     "...En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. Mirad, pues, cómo oís; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará".                                                          Lucas 8, 16-18        En el Bautismo recibimos a Jesús, que es la Luz del mundo. Y si llevamos a Jesús, que es luz, debemos alumbrar, reflejándola a nuestro alrededor. Y que una falsa humildad, una falsa modestia, no nos haga esconderla: la luz es para que alumbre y hay que colocarla donde se vea, donde sea más eficaz. En alguna otra parte el Evangelio dice que "de la abundancia el corazón, habla la boca". Pues, si llevamos la Luz en nuestro corazón, en nuestra mente, las tinieblas que pueda haber en nuestro camino, deben desaparecer alumbradas por su reflejo. No presumamos, pero tampoco nos escondamos, porque lo que seamos, lo somos por la gracia de Dios y sólo para su gloria.  Propósito: Hoy pediré al Señor, en mi oración, me ayude a ser, de alguna manera, luz en el camino de alguien, para que pueda iluminar tu gloria.                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                    Lunes. Septiembre 22 de 2014 J. RUIZ