UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Cristo da su paz a los discípulos    "...Jesús hablaba así a sus discípulos: Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: Me voy y volveré a vosotros. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado".                                                             Juan 14, 27-31        La paz que Jesús nos deja es la tranquilidad de saber que estamos en armonía con toda la creación. Así como un  niño cuando está con sus padres, sea dormido o despierto en medio de los juegos más alegres y bulliciosos, está abandonado totalmente a sus cuidados, sin preocuparse ni de alimentos, ni de peligros, ni de cansancios, porque "sabe" que de eso se ocupan ellos permanentemente, debemos estar nosotros: en paz y armonía con el mundo y sus alrededores, porque "sabemos", o deberíamos "saber", que esa es la paz que Él nos dejó cuando nos aseguró que el Padre siempre se ocupa de nosotros porque conoce todas nuestras necesidades, todos nuestros miedos y temores, todas nuestras esperanzas y sueños, y es el Único capaz de resolverlo todo favorablemente porque todo lo que hace es porque nos quiere  como hijos suyos que somos. Propósito: Hoy procuraré "abandonarme" en la Divina Providencia, sabiendo que mi Padre, mi Papá, está conmigo.                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                       Martes. Mayo 20 de 2014 J. RUIZ