UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

"...En aquel tiempo decía Jesús: Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre".                                                                                                  Juan 10, 11-18      "Nadie me la quita (la vida), yo la doy voluntariamente", dice Jesús.  Su vida la entregó por nosotros porque quiso, voluntariamente; porque nos ama como nadie más es capaz de amar. Y lo hizo por todos, no por unos cuantos escogidos: "También tengo  otras ovejas, que no son de este redil". Y su afán es procurar que todas se junten para que no haya mas que un solo rebaño con un solo Pastor. La Iglesia, con sus pastores los obispos y sacerdotes, no es una democracia, pero tampoco es una jerarquía absoluta, como lo creen muchos. Primero que todo la Iglesia es una comunidad en la que las normas básicas de convivencia son el amor y el servicio, que, además, son el sello distintivo del cristianismo: "Ved cómo se aman", decían los paganos de aquellas comunidades. Propósito: Hoy procuraré que mi amor por Jesús se note de alguna manera.                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                              Lunes. Mayo 12 de 2014 J. RUIZ