domingo, 7 de julio de 2019

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares donde pensaba ir, y les dijo: La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; Yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: Que la paz reine en esta casa. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios. Pero si entran en una ciudad y no los reciben, salgan por las calles y digan: Hasta el polvo de esta ciudad que se nos ha pegado a los pies nos lo sacudimos, en señal de protesta contra ustedes. De todos modos, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les digo que en el día del juicio Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad. Los setenta y dos discípulos regresaron llenos de alegría y le dijeron a Jesús: Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre. Él les contestó: Vi a Satanás caer del cielo como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les podrá hacer daño. Pero no se alegren de que los demonios se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el cielo."
                                                          Lucas 10, 1-12.17-20
      Los cristianos ya estamos prevenidos: somos como corderos en medio de lobos y no siempre seremos bien recibidos.- Pero así y todo, el Reino de Dios ya está llegando y, con la fuerza de la paz y la mansedumbre del cordero, se impondrá sobre todos los poderes del mundo porque el Dios Providente siempre estará con nosotros. Nos corresponde pedir al Señor de la mies que mande a sus obreros a recogerla, porque la cosecha es abundante. Y la paz, que siempre llevaremos con nuestra palabra y con nuestra forma de vida, será la que al fin se imponga, y será el motivo de nuestra alegría y la del Señor. Aunque Él prefiera que nos alegremos, más bien, "porque nuestros nombres están escritos en el cielo". Pongámonos en camino y lo más ligeros de equipaje que nos sea posible, porque la puerta y el camino que llevan al Reino, continúan siendo estrechos y no cabemos con tantas cosas que nos estorban.
Propósito: Hoy repetiré: Señor, manda obreros a tu mies, que ya está en sazón. 
                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                             Domingo. Julio 7 de 2019
J. RUIZ 

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