"...En aquel tiempo, Jesús dijo: Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera”.
Mateo 11, 28-30
La carga, el yugo que nos impone el amor, nunca es agobiante, siempre es liviano y soportable.- Y a tomar ese yugo es que Jesús nos invita porque nos ve cansados y agobiados por las carreras y exigencias de un mundo enloquecido por la ambición de tener, de poder y de ansias de consumir, hasta el punto de deprimirnos y de perder la esperanza y el deseo de vivir. Pero necesitamos aprender de Él que "es manso y humilde de corazón". Primero, para aceptar que estamos enfermos y que esa enfermedad necesita ser tratada. Y luego, para comprender que sólo Él puede curar ese mal y darnos el descanso, no sólo material sino el espiritual, que es, siempre, más agobiante que el primero. Y todo porque Él es Amor, es Compasión y es Misericordia y esos son los atributos que hacen que "su yugo sea suave y su carga, ligera".
Propósito: Hoy buscaré dejar mi carga a los pies del Corazón misericordioso de Jesús.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Julio 18 de 2019
J. RUIZ
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