"...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca: curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni otra túnica, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquel pueblo".
Mateo 10, 7-15
La salvación que Jesús proclama es la del hombre integral: en su cuerpo y en su espíritu.- Por eso manda a los apóstoles a curar, a sanar, a liberar, y a echar demonios. Y los demonios que más nos enferman hoy pueden ser el hambre, el desplazamiento, el desprecio de los ricos por quienes no tienen nada, la falta de amor y de acogida. Talvez así lo entiende nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, cuando nos dice: "Esta “cultura del descarte” nos ha hecho insensibles también al derroche y al desperdicio de alimentos. En otro tiempo nuestros abuelos cuidaban mucho que no se tirara nada de comida sobrante. ¡El alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre, de quien tiene hambre!". Son palabras fuertes pero que indican la dura y brutal realidad de nuestro mundo y que de verdad debieran movernos, al menos, a tratar de evitar que los alimentos no se desperdicien ni se desechen, porque "estamos robando a quienes tienen hambre".
Propósito: Trataré de vigilar que, en mi casa, no se desperdicie alimentos.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Julio 11 de 2019
J. RUIZ
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