martes, 27 de marzo de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...Cuando dijo estas palabras, Jesús se turbó en su interior y declaró: En verdad, en verdad os digo que uno de vosotros me entregará. Los discípulos se miraban unos a otros, sin saber de quién hablaba. Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa al lado de Jesús. Simón Pedro le hace una seña y le dice: Pregúntale de quién está hablando. El, recostándose sobre el pecho de Jesús, le dice: Señor, ¿quién es? Le responde Jesús: Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar. Y, mojando el bocado, le toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dice: Lo que vas a hacer, hazlo pronto. Pero ninguno de los comensales entendió por qué se lo decía. Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaban que Jesús quería decirle: Compra lo que nos hace falta para la fiesta, o que diera algo a los pobres. En cuanto tomó Judas el bocado, salió. Era de noche. Cuando salió, dice Jesús: Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto. Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy, vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros. Simón Pedro le dice: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: Adonde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirás más tarde. Pedro le dice: ¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti. Le responde Jesús:¿Que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes que tú me hayas negado tres veces".
                         Juan 13, 21-33.36-38

      La preparación de la tragedia que se volverá fausto acontecimiento para la humanidad en tinieblas.- Jesús, como hombre, debió estar aterrado, conociendo, con su poder divino, lo que se le venía encima: la traición de su amigo Judas, la cobarde negación de Pedro, su otro amigo; la desbandada del resto de sus amigos, por temor a sufrir su misma suerte. Pero Él, "que aprendió, sufriendo a obedecer", también pudo tener el consuelo de ver y apreciar el valor de Juan, su amigo preferido, que permaneció al pie suyo hasta el final, la ternura de su madre y de las mujeres que lo siguieron en toda su horrible pasión hasta el sepulcro; y las lágrimas amargas de arrepentimiento del discípulo-roca, que reconoce su error, y pide perdón por él desde el fondo de su corazón y es capaz de levantarse para echar sobre sus hombros la pesada carga de la Iglesia que comienza, confiado, totalmente ahora sí, en que Jesús estará con él, con su mano tendida, hasta el final de los tiempos. Es la hora del amor hecho obras, del amor compasivo y perdonador, del amor misericordioso. Pidámosle a Jesús la fuerza de su Espíritu para poder acompañarlo en estas horas de tinieblas que se avecinan, hasta el resplandor glorioso de su Resurrección.
Propósito: Hoy procuraré reflexionar en esas horas negras del Jesús-Hombre-Sufriente por amor.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                Martes. Marzo 27 de 2018
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario