viernes, 16 de marzo de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "... En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces Él también subió no manifiestamente, sino de incógnito. Decían algunos de los de Jerusalén: ¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que este es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es. Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que verdaderamente me envía el que me envía; pero vosotros no le conocéis. Yo le conozco, porque vengo de él y él es el que me ha enviado. Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora".
                                                 Juan 7, 1-2.10.25-30

      La presencia de Jesús causa confusión y Él actúa con prudencia.- Causa confusión porque estamos llenos de prejuicios y de desinformación, formándose en nuestras mentes una imagen desfigurada y de acuerdo con nuestras personales conveniencias, según las informaciones maliciosas o ignorantes que nos hayan sido suministradas. Y así será imposible poder identificar con seguridad a alguien. Los judíos de los tiempos de Jesús esperaban un Mesías, Liberador sí, pero con base en el poder terrenal de las armas, que los librara del yugo de los romanos, el imperio explotador del momento. Y les era muy difícil asociar ese campesino de un pueblito cercano que hablaba de perdonar, de compartir, de consolar, de no matar, de amar a nuestros enemigos, con alguien que debería imponerse en algún levantamiento armado en el que necesariamente habría muertos. Por eso Él, prudentemente, prosigue su labor de proclamación del Reino, pero sin exponerse innecesariamente, sino "como de incógnito". Es la forma en que también nosotros, seguidores y proclamadores de su Reino, debemos actuar: con firmeza para no dejarnos confundir por la desinformación, pero con prudencia que nos aleje del atrevimiento que pueda traernos consecuencias fatales a nosotros mismos o a los demás.
Propósito: Hoy , con la lectura atenta de la Palabra, evitaré la desinformación y podré identificar mejor la presencia de Jesús.
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                  Viernes. Marzo 16 de 2018
J. RUIZ

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