lunes, 23 de mayo de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Las riquezas son un gran problema...pero para Dios no hay imposibles   "...En aquel tiempo cuando Jesús salía al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre Él, entonces, le dijo: Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme. Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: ¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios! Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: ¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios. Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: Y ¿quién se podrá salvar? Jesús, mirándolos fijamente, dice: Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios".                                                                                                                                  Marcos 10, 17-27                         En el mundo de hoy en el que impera la cultura de lo provisional, de lo desechable, la intuición de algo más que aquel joven tenía en su corazón, sigue siendo válida. Por más riquezas que se tengan sigue habiendo, allá adentro, una insatisfacción permanente, un querer algo más que, definitivamente, no se puede llenar con las cosas materiales que las riquezas nos pueden ofrecer. Pidamos al Espíritu Santo que seamos capaces, como el joven, de comprender que sólo Jesucristo puede satisfacer, con su compasión, amor y misericordia, ese vacío existencial. Y que seamos capaces también de corresponderle con amor y servicio a los demás, para que así "nuestro gozo sea completo".                           Propósito: Hoy mi oración al Padre Bueno será para que no me deje apegar a los bienes, muchos o pocos, que ponga a mi disposición.                                                                              ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                                              Lunes. Mayo 23 de 2016                              J. RUIZ

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