viernes, 8 de abril de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 

"...para que nada se pierda"
"...para que nada se pierda"  "...Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: ¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos? Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco. Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos? Dijo Jesús: Haced que se recueste la gente. Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda. Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo. Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo".
                                                                         Juan 6, 1-15
       El sólo dinero puede ser una herramienta para resolver los problemas de desabastecimiento que enfrenta el mundo de hoy y por el que tantos hermanos padecen los rigores del hambre. Pero no es lo único. Si hay solidaridad, si fuéramos capaces de compartir, dejando a un lado nuestro egoísmo, la producción mundial de alimentos bastaría para saciar el hambre de todos, y, como en el episodio que nos cuenta el Evangelio de hoy, sobrarían más de "doce canastos". Según los datos que han publicado los medios en estos días, en el mundo se arroja a la basura el 30% de los alimentos. Eso es una cifra escandalosa en medio de los niños que diariamente mueren desnutridos por falta física de algo que comer. Si somos cristianos no podemos ser indiferentes ante estos hechos. No podemos "dar un rodeo y pasar de largo" como los levitas y maestros de la Ley ante los asaltados y víctimas de las injusticias, sino, como el buen Samaritano, "ir y hacer otro tanto", compartiendo con generosidad lo que se tiene, haciendo posible el "principio-Misericordia" de que, afortunadamente, ya se comienza a hablar.
Propósito: Hoy veré cómo compartir algo con alguien que lo necesite.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Viernes. Abril 8 de 2016
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario