jueves, 24 de abril de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Aparición de Jesús a los discípulos
Aparición de Jesús a los discípulos
   "...Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. Estaban hablando de éstas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: La paz con vosotros. Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo. Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos. Después les dijo: Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí. Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas".
                                                                        Lucas 24, 35-48
       Convencer a alguien asustado de que no es un fantasma lo que ve, cuando él ha visto morir a esa persona, lo ha visto sepultar y ahora se aparece en medio de una habitación donde están todos encerrados, no es cosa fácil. Es lo que trata de hacer Jesús para transformar a sus asustados discípulos en testigos firmes y creíbles de que el Reino que Él ha venido anunciando ya está entre nosotros. Y tratando de que al fin entiendan las Escrituras que conocen y de que reconozcan las señales de los tiempos que ya se están cumpliendo. Les pide, como en tantas otras ocasiones, que no tengan miedo, que no se turben sino que se alegren porque "muchos quisieron ver lo que vosotros veis y no lo vieron". Pidámosle al Maestro que nos ayude a abrir los ojos del corazón para que la luz de la fe se haga en nosotros, para que entendamos y nos hagamos "testigos de estas cosas" ante el mundo.
Propósito: Hoy, Señor, no me dejes tener miedo.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                     Jueves. Abril 24 de 2014
J. RUIZ

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