UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La alegría de la vida eterna     "...Jesús continuó diciendo a sus discípulos: En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar. Aquel día no me preguntaréis nada".                             Juan 16, 20-23             "...Y vuestra alegría nadie os la podrá quitar. Aquel día no me preguntaréis nada". ¿Qué podríamos preguntar si nuestro espíritu estará saciado, pleno, en la paz y la alegría que produce la presencia inefable y sempiterna de Dios? Y esa alegría nada ni nadie nos la podrá quitar, porque no se trata de la que da el mundo que es un remedo de alegría, cuestión de un ratico o si mucho de unos días, pero que luego pasa sin dejar huella, ni  hacer ruido, como la que deja "una pluma al caer a la tierra/ desde un nido". Las mismas penas y sufrimientos que el camino por la vida pueda traernos, serán convertidas en alegrías, con sólo que nos detengamos a pensar brevemente en lo que nos espera después de la cima del Calvario. El amor a Jesús, nuestro hermano, nuestro Padre, y el servicio sin condiciones a nuestros hermanos necesitados y arrinconados por la sociedad egoísta y consumista, nos darán la paz y la tranquilidad que es vocación de todo hombre. Propósito: Hoy aceptaré con alegría los hechos y noticias que pueda recibir.                          ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                           Viernes. Mayo 10 de 2013 J. RUIZ