jueves, 14 de marzo de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Testimonio del Hijo
Testimonio del Hijo
   "...En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad. No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis. Él era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que Él ha enviado. Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí; y vosotros no queréis venir a mí para tener vida. La gloria no la recibo de los hombres. Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis. ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza. Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?".
              Juan 5, 31-47
       Jesús, como hizo con los judíos de su tiempo, continúa tratando de que le creamos: Nos presenta como testigos a Juan el Bautizador, a Moisés y a los Profetas y a su mismo Padre y a las obras que en su nombre ha hecho, teniendo en cuenta que, según sus Leyes, su propio testimonio no sería válido. Y sin embargo ellos no le creyeron, como tampoco lo hacemos hoy en día. Y por las mismas causas: porque no tenemos amor, porque no tenemos fe, porque seguimos anclados en nuestro egoísmo, buscando  la aprobación y la gloria unos de otros, porque nuestra ambición nos hace seguir acumulando bienes materiales, sin tener en cuenta la necesidad que pueda tener el otro, sin pensar en que, si compartimos, nuestros bienes se multiplicarán, ganando puntos que no se vencen y que sí serán tenidos en cuenta en el Reino de los cielos. En esta Cuaresma solicitemos al Padre Bueno que nos ayude a comprender su mensaje, a acogerlo, a vivirlo y a compartirlo con verdadero sentido comunitario.
Propósito:  Hoy, Señor, mi oración será para que aumentes mi fe.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Jueves. Marzo 14 de 2013   
J. RUIZ                                                                                                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario