domingo, 29 de septiembre de 2019

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros. Replicó: Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento. Le dijo Abraham: Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan. Él dijo: No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán. Le contestó: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite".
                                  Lucas 16, 19-31
         Lucas nos enfrenta hoy con los pobres, con nombre, Lázaro, y los ricos sin nombre.- Los "Lázaros" de hoy son tantos, no sólo los que carecen de bienes de fortuna, sino de tantas cosas, hasta de identidad, como los exiliados; de salud, como los enfermos; de amor, como todos los excluídos, por cualquier circunstancia, de la sociedad; de libertad, los que por cualquier motivo la han perdido. Pero también existen tantos ricos, con o sin nombre, que tienen tantos bienes que ni siquiera necesitan, pero que no piensan que esas riquezas no son suyas, mientras haya quien las necesite. Porque los bienes de esta tierra el Señor los creó para el disfrute de todas sus criaturas. Y, cuando emprendamos el último viaje, no nos podremos llevar nada de eso. Sólo son cosas. Tendremos, pues, que aprender que el verdadero tesoro se hace al compartir, con base en la solidaridad, lo que el Buen Dios en su bondad nos dió para administrar.
Propósito: Hoy te pido, Señor, me ayudes a discernir y a compartir los talentos que hayas puesto a mi  disposición, para que no haya más "Lázaros".
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                  Domingo. Septiembre 29 de 2019
J. RUIZ 

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