martes, 10 de septiembre de 2019

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...Sucedió que por aquellos días se fue Jesús al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos".
                                                                                                                 Lucas 6, 12-19
       "Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos". "Gráficamente, podemos distinguir dos planos, el monte y el valle. El monte es, ante todo,  el lugar de la oración, de dirigirse al Padre, de momentos de amistad y de encuentro. Y sin prisas, “paso la noche entera”. En este clima, cuando llega la luz del día, elige a los suyos, a los doce. Gente sencilla, pobre, con escasos recursos personales, tocados de cierto nacionalismo excluyente. Hasta figura el traidor, el Iscariote, que le entregará al enemigo. Luego, poco a poco, los irá cambiando; su presencia, constante y activa, los trasformará. Desde luego, derribando fronteras y murallas para abrirlos a un destino universal. “Con ellos”, con estos apóstoles, bajará al valle. Aquí se escenifica la secuencia: Está Cristo, el Maestro; los apóstoles, el círculo más íntimo; luego, el grupo de discípulos; por fin, el pueblo entero, incluso venidos de lejos, los extranjeros de Tiro y Sidón. Solo falta ya comenzar la actividad evangelizadora: predicar y sanar, con la “fuerza que salía de él y curaba a todos”. Parece fácil. Pero es bien difícil tratar de vivir haciendo el bien y pensando en los demás, en medio del tráfago de la vida actual, donde lo que no produzca o acreciente lo que se tiene, no es exitoso. Hay que "pasar toda la noche en oración", para que Él nos ayude con la fuerza de su Espíritu.
Propósito: Hoy mi oración será para que el Señor me ayude a pensar en los que me rodean antes que en mí. Él lo dijo muchas veces por lo que debe ser muy importante.
                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Martes. Septiembre 10 de 2019
J. RUIZ 

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