"...Sucedió que por aquellos días se fue Jesús al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos".Lucas 6, 12-19
Para ser discípulo de Jesús no se requiere especialidad.- Sólo ser llamados. Y esa llamada puede producirse de cualquier manera, en cualquier lugar y a cualquiera hora. Podemos estar orando, podemos estar laborando, podemos estar caminando, podemos estar reposando. En cualquier forma en que nos encontremos podemos sentir que Él nos llama para para estar con Él. Una mirada a la vida todos esos grandes "llamados", desde aquellos primeros de Galilea, así nos lo muestra. Hasta podemos estar persiguiéndolo, como Pablo. Pero si su mirada se detiene en nosotros y nos dice: "Ven, sígueme", ya no hay más nada qué hacer. Aunque respete nuestra voluntad y nos dé la opción de decir que no, esa llamada nos abre de tal manera el horizonte, que ya no podemos negarnos al poder de ese amor que alcanzamos a vislumbrar en su llamado. No seamos de los "que no quieren ver, de los que no quieren oir", y digamos: ¡Sí, Señor, yo quiero!.
Propósito: Hoy quiero decir: "Sí, habla, Señor, que tu siervo escucha!
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Septiembre 11 e 2018
J. RUIZ
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