"...En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre, y le rogaron por ella. Inclinándose sobre ella, conminó a la fiebre, y la fiebre la dejó; ella, levantándose al punto, se puso a servirles. A la puesta del sol, todos cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. Salían también demonios de muchos, gritando y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero Él, conminaba y no les permitía hablar, porque sabían que Él era el Cristo. Al hacerse de día, salió y se fue a un lugar solitario. La gente le andaba buscando y, llegando donde Él, trataban de retenerle para que no les dejara. Pero Él les dijo: También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado. E iba predicando por las sinagogas de Judea".
Lucas 4, 38-44
Es muy tentador querer apropiarnos de Jesús sólo para nosotros, cuando vemos todas las maravillas que nos regala.- Sanaciones, alimentos, paz y tranquilidad. Se nos olvida que "También tengo que ir a otras ciudades a anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios". La Palabra de Dios, que nos enseña cómo acceder a su Reino, es para todos, sin exclusión de ninguna clase: ni de raza, ni de sexo, ni política, ni religiosa. No hacemos bien, no actuamos con el espíritu de Jesús, si, egoistamente, queremos alejar a quienes no piensan como nosotros, bien sea porque no conocen a Cristo o porque, por cualquier otro motivo, están lejos de Él. No, con Él y con su ayuda, debemos procurar acercarlos y proclamar para ellos, con la Palabra y con la vocación de servicio, como la suegra de Pedro, que "se levantó a servir a todos", ese Nuevo Reino de amor, justicia y paz, que tanto deseamos todos.
Propósito: Hoy procuraré estar dispuesto para servir, sin preguntar, a quien lo necesite.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Septiembre 5 de 2018
J. RUIZ
Lucas 4, 38-44
Es muy tentador querer apropiarnos de Jesús sólo para nosotros, cuando vemos todas las maravillas que nos regala.- Sanaciones, alimentos, paz y tranquilidad. Se nos olvida que "También tengo que ir a otras ciudades a anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios". La Palabra de Dios, que nos enseña cómo acceder a su Reino, es para todos, sin exclusión de ninguna clase: ni de raza, ni de sexo, ni política, ni religiosa. No hacemos bien, no actuamos con el espíritu de Jesús, si, egoistamente, queremos alejar a quienes no piensan como nosotros, bien sea porque no conocen a Cristo o porque, por cualquier otro motivo, están lejos de Él. No, con Él y con su ayuda, debemos procurar acercarlos y proclamar para ellos, con la Palabra y con la vocación de servicio, como la suegra de Pedro, que "se levantó a servir a todos", ese Nuevo Reino de amor, justicia y paz, que tanto deseamos todos.
Propósito: Hoy procuraré estar dispuesto para servir, sin preguntar, a quien lo necesite.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Septiembre 5 de 2018
J. RUIZ
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