viernes, 6 de julio de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: Sígueme. Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: ¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores? Mas Él, al oírlo, dijo: No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores".
                                                                                                                 Mateo 9, 9-13

      ¿Será que sí hemos aprendido "qué significa aquello de: misericordia quiero y no sacrificio"?.- Jesús sabe que, por más que afirmemos que somos buenos, o que queremos ser buenos, también somos débiles y que los caminos a veces son resbalosos; que tropezamos, nos herimos y caemos. Y por eso dice que son los débiles y enfermos los que necesitan los servicios del médico, y no los que están sanos y bien. Y Él se ha constituído en el Médico y Sanador de toda enfermedad, de toda debilidad. Y, además, lo hace gratuitamente. ¿Qué más queremos? Acudamos a su cita que puede ser en cualquier parte y a cualquier hora y, simplemente, hagamos lo que Él nos diga: sigámosle. En el camino, su camino, Él nos curará de nuestros egoismos, individualidades, injusticias, de nuestra falta de amor, y, entonces, sanos y salvos, podremos proclamar su nombre y sus enseñanzas con nuestra forma de vida.
Propósito: Hoy, cada vez que pueda, daré gracias y proclamaré tus bondades para conmigo, Señor.
                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Viernes. Julio 6 de 2018
J. RUIZ

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