UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

    "...En aquel tiempo mandaron a Jesús unos fariseos y herodianos, para cazarle en alguna palabra. Vienen y le dicen: Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar? Mas Él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea. Se lo trajeron y les dice: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: Del César. Jesús les dijo: Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios. Y se maravillaban de Él".
                                                                                                           Marcos 12, 13-17

      La paciencia de Dios es la que nos salva, como dice Pedro.- Ya nos ha explicado Jesús que no somos de aquí, donde sólo somos peregrinos, gente de paso hacia "un cielo y una tierra nuevos", y que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Y así como las monedas con la imagen del César, son de él, nosotros, imagen de Dios, somos de Él. Las monedas del mundo, nuestro César, son el éxito, la ambición, los bienes terrenales, el poder, y debemos dejárselos a él. Pero el amor, la verdad, el bien, incluso la cruz, son de Dios y, con nosotros, si las cumplimos y practicamos, somos de Él y a Él hemos de volver. Pero, aunque sigamos haciendo preguntas capciosas al respecto, es su paciencia infinita y fiel, la que nos salva, como escribe Pedro en su carta. No perdamos nunca este punto de vista: a quién pertenecemos realmente, y él nos llevará a donde debemos ir.
Propósito: Hoy pensaré en que: Señor, me creaste según tu imagen, me parezco a tí, entonces soy tuyo. Déjame estar siempre contigo.
                          ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO LO PROCLAMO !
                                                                     Martes. Junio 5 de 2018
J. RUIZ