"...En aquel tiempo, paseando Jesús por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres. Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron".
Mateo 4, 18-22
Y ellos dejaron todo y le siguieron.- Dejar todo para seguir a Jesús, no quiere decir: botar, abandonar, lo que se tiene o a quienes se ama. Lo que debemos hacer es ponerlo todo al servicio de ese seguimiento, que pasa a ser lo primero y principal en nuestra vida. De ahora en adelante todo lo que tengamos o hagamos estará encaminado a proclamar, con nuestra palabra, con nuestros hechos y con nuestra vida, el mensaje de salvación que Jesús vino a traernos, y que, según Pablo, muchos no escuchan y no creen en él, porque no hay quién se los enseñe. ¿Será que estamos listos para nuestra respuesta a ese llamado, en forma desinteresada, inmediata y alegre? Es Adviento: preparémonos.
Propósito: Hoy, mientras "arreglo mis redes" entre familiares y amigos, procuraré estar atento a ése llamado.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Noviembre 30 de 2016
J. RUIZ
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