La felicidad de un padre es la felicidad de sus hijos "...Y Jesús les dijo también: Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle, y aquél, desde dentro, le responde: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos, os aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto necesite. Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!".
Jesús continuaba sobre la catequesis de cómo se debe orar: con persistencia, hasta parecer inoportuno. Porque el Padre, que sólo quiere el bien para sus hijos, aunque, en determinado momento, parezca no oir, siempre está pendiente de todo lo que necesitamos. Pero debemos "pedir" y "buscar" y "llamar", para poder "hallar", "recibir" y que "se nos abra". Él, que es la suma Bondad, no se va a dejar ganar en generosidad y misericordia de ningún padre terrenal. Y si éste "sabe dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo nos dará lo mejor (el Espíritu Santo), si se lo pedimos!". Solamente tengamos confianza y perseverancia; y aprendamos a pedir lo que verdaderamente necesitamos y que sea para gloria suya y bien de nuestra vida espiritual.
Propósito: Hoy recordaré que la oración del Padrenuestro debe estar firmemente anclada en la misericordia y el perdón de las ofensas.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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