¡Diez y ocho años sin poderse enderezar! "...Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga, y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. Al verla Jesús, la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado. Replicóle el Señor: ¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar? Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado? Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía".
¿Cuántos años llevamos nosotros tratando de enderezarnos? Talvez hace rato nos dimos cuenta de que vamos por un camino que no es, y diciéndonos interiormente que tenemos que corregirnos y sin embargo no lo hacemos, talvez porque nos parece, o nos han hecho sentir, que hay normas de la Ley que debemos cumplir primero, sin tener en cuenta que lo primero es hacer el bien, aunque con ello parezca, a veces, transgredirse claras normas cultuales. Primero está la dignidad del ser humano, al que hay que curar, que "lavarse las manos antes de comer". La expresión del amor en la compasión, el perdón y la misericordia, no necesita esperar a que "pase el sábado" para manifestarse. Amemos de verdad y lo demás "se nos dará ´por añadidura".
Propósito: Hoy procuraré hacer primero lo que es primero.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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