domingo, 11 de octubre de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 
 
Si tenemos el corazón lleno de "cosas" inútiles, ¿Dónde depositaremos el amor y lo que verdaderamente importa?   "...En aquel tiempo, cuando Jesús se ponía ya en camino, se le acercó corriendo un hombre y arrodillándose ante él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre. El, entonces, le dijo: Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud. Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme. Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios! Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: ¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios. Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: Y ¿quién se podrá salvar? Jesús, mirándolos fijamente, dice: Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios. Pedro se puso a decirle: Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. Jesús dijo: Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna".
                                                                                    Marcos 10, 17-30
       Es que para uno tener libertad de movimientos debe desembarazarse de todo lo que le estorbe. Y si uno va cargado con dinero, carros, casas, fincas, edificios, no sólo no podrá dar un paso hacia adelante enredado con tantos trebejos, sino que, abrumado por las preocupaciones que el manejo de todas esas cosas implica, no podrá siquiera pensar en algo distinto. Y menos en aquello que no se ve y que es lo que verdaderamente importa. Entonces lo que hace daño no son los bienes en sí, sino el apego desmedido a ellos, que no nos deja pensar en los demás ni nos deja ver sus necesidades, ni considerar que, con esas riquezas, pudiéramos remediarlas, para que Jesús pueda mirarnos con amor, como al joven el Evangelio de hoy, y asegurarnos que no quedaremos sin la debida recompensa, "ahora, al presente" y "en el mundo venidero".
Propósito: Hoy pediré al Señor que me cure de esos "apegos" que no me dejan mover en la dirección correcta. 
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Domingo. Octubre 11 de 2015
J. RUIZ

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