martes, 31 de diciembre de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La  Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
   "...En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado". 
                                                                                                             Juan 1, 1-18 
       "La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo". Y la Palabra es Dios hecho hombre, Jesús, por amor a mí. Abramos nuestro corazón para recibirla,  acogerla y vivirla, pues vino para nuestra salvación. Que al final de estas festividades de Navidad y fin de año nos quede la conciencia de que hemos entendido su verdadero significado. No la mera imagen de alegres reuniones entre arreglos de luces y colores, sino el convencimiento de que el misterio de un Dios abajándose hasta nuestra insignificancia porque nos ama, es cierto; y que esa luz que es su Palabra, nos ha de guiar en medio de los caminos tortuosos y oscuros de la vida, hasta el Reino de amor, de paz y de justicia que es la Casa del Padre.
Propósito: Hoy leeré la Sagrada Biblia con la convicción de que es la Luz Verdadera.
                        ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                         Martes. Diciembre 31 de 2013

                                              ¡¡¡ FELIZ AÑO NUEVO !!!
J. RUIZ

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