domingo, 23 de junio de 2019

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En aquel tiempo Jesús comenzó a hablar a las gentes acerca del Reino de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado. Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Pero ellos respondieron: No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente. Pues había como cinco mil hombres. El dijo a sus discípulos: Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta. Lo hicieron así, e hicieron acomodarse a todos. Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos".
                                                                                                         Lucas 9, 11-17
      El cuerpo de Cristo es el alimento que le sigue haciendo falta al mundo.- Lo mismo que la falta del alimento material que aún sigue siendo causa de tantas angustias y de tantas tragedias en el mundo. El pan y el vino, los panes y los peces, el bollo limpio y la chicha de maíz, siguen siendo para la humanidad un verdadero sacramento de vida. Y el mandato del Señor sigue siendo el mismo: "Dadles vosotros de comer". Pero, como hace dos mil años los discípulos, seguimos nosotros pensando sólo en que necesitamos demasiado dinero para comprar alimento suficiente para todos. Como entonces, no se nos ocurre pensar que Jesús quiere y puede solucionar el problema pero quiere nuestra cooperación, quiere que compartamos lo que tenemos y nuestra disposición, y la multiplicación se dará por añadidura por su poder divino. Saciar el hambre del mundo, el hambre material del cuerpo para poder tener vida y el hambre espiritual, para que también el espíritu se mantenga activo, es la misión. Y el único alimento que nos puede saciar es el cuerpo y sangre de Cristo, como Él, por su amor, quiso que fuera.
Propósito: Hoy trataré de dar la importancia que tiene al hecho de poder compartir algo con alguien que lo necesite.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Domingo. Junio 23 de 2019
J. RUIZ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario