FIESTA DE SAN FRANCISCO JAVIER, NUESTRO PATRONO
"...Al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos. Dícele Jesús:Yo iré a curarle. Replicó el centurión: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: Vete, y va; y a otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos".
Mateo 8, 5-11
La forma de presentarnos ante Jesús nos la enseñó, hace más de dos mil años, el centurión romano.- La humildad y la fe de quien sabe la verdad y la responsabilidad de compartirla, porque sabe, también, que es para todos, sin distingo de razas, extracto social, sexo, color de piel o forma de hablar. Y sabe que, ante la presencia del Todopoderoso, no hay nadie que pueda decir "yo soy digno". Pero no podemos dejar de considerar la humildad verdadera y superior en grandeza con que el mismo Jesús nos la querido enseñar: siendo Dios se ha hecho hombre, asumiendo todas sus miserias, menos el pecado. Y todo esto, sólo por el amor sin límites con que siempre nos ha distinguido y que espera nosotros le retribuyamos en actos de servicio a los demás. Ese amor que debe orientar todos nuestros actos, todas nuestras acciones del diario vivir.
Propósito: Hoy estaré presto para cualquier servicio que pueda ofrecer a otro.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Diciembre 3 de 2018
J. RUIZ
Mateo 8, 5-11
La forma de presentarnos ante Jesús nos la enseñó, hace más de dos mil años, el centurión romano.- La humildad y la fe de quien sabe la verdad y la responsabilidad de compartirla, porque sabe, también, que es para todos, sin distingo de razas, extracto social, sexo, color de piel o forma de hablar. Y sabe que, ante la presencia del Todopoderoso, no hay nadie que pueda decir "yo soy digno". Pero no podemos dejar de considerar la humildad verdadera y superior en grandeza con que el mismo Jesús nos la querido enseñar: siendo Dios se ha hecho hombre, asumiendo todas sus miserias, menos el pecado. Y todo esto, sólo por el amor sin límites con que siempre nos ha distinguido y que espera nosotros le retribuyamos en actos de servicio a los demás. Ese amor que debe orientar todos nuestros actos, todas nuestras acciones del diario vivir.
Propósito: Hoy estaré presto para cualquier servicio que pueda ofrecer a otro.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Diciembre 3 de 2018
J. RUIZ
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