jueves, 20 de diciembre de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin. María respondió al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios. Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel dejándola se fue".
                        Lucas 1, 26-38

      Y la puerta de la salvación se abrió por el SÍ de una niña que, por la fe, concibió primero en su corazón.- Sí, talvez antes de comprender muy bien lo que le pedía el ángel, ya María, por la confianza absoluta que dá la fe, con ese "hágase en mí según tu palabra", había hecho estremecer las columnas del cielo y de la tierra ante el cumplimiento total de la promesa de salvación del Dios de Amor a su pueblo castigado. Y con esta disponibilidad sin reservas ni condiciones a la voluntad de Dios, María se convierte en el paradigma del cristiano creyente, a quien nunca nos cansaremos de tratar de imitar. Intentémoslo porque, como dijo Gabriel, "ninguna cosa es imposible para Dios".
Propósito: Hoy repetiré con María: " Hágase en mí según tu palabra".
               ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                    Jueves. Diciembre 20 de 2018
J. RUIZ




Decir tu nombre, María

Decir tu nombre, María,
es decir que la Pobreza
compra los ojos de Dios.

Decir tu nombre, María,
es decir que la Promesa
sabe a leche de mujer.

Decir tu nombre, María,
es decir que nuestra carne
viste el silencio del Verbo.

Decir tu nombre, María,
es decir que el Reino viene
caminando con la Historia.

Decir tu nombre, María,
es decir junto a la Cruz
y en las llamas del Espíritu.

Decir tu nombre, María,
es decir que todo nombre,
puede estar lleno de Gracia.

Decir tu nombre, María,
es decir que toda suerte
puede ser también Su Pascua.

Decir tu nombre, María,
es decirte toda Suya,
Causa de Nuestra Alegría

                   (Pedro Casaldáliga)

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