Lucas 11, 29-32
Conversión, es lo contrario de perversión. Y es lo que Jesús viene predicando a "esta generación malvada" (perversa) desde hace más de dos mil años.- Y convertirse es cambiar de vida, acogiendo, aceptando y haciendo vida en nosotros las Palabras de Jesús en su llamado, sin pedir señales extraordinarias o mágicas, porque no hay una señal más grande del amor de Dios por nosotros que su encarnación, pasión y muerte en una Cruz. En este tiempo en el que la Iglesia nos llama a la conversión, leamos con atención el Santo Evangelio, que es su Palabra, miremos cuál o cuáles no hemos sabido aun incorporar a nuestras vidas, y comencemos de una buena vez a tratar de hacerlo de la manera más eficaz, como los ninivitas, sin pedir más señales inútiles.
Propósito: Hoy procuraré leer con más atención el Evangelio, dándome cuenta de todas las enseñanzas que, seguramente, me hace falta incorporar a mi vida cotidiana.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Febrero 21 de 2018
J. RUIZ
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