jueves, 15 de febrero de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


  "...En aquel tiempo, dijo Jesús: El Hijo del hombre debe sufrir mucho, y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día. Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?".
                                                          Lucas 9, 22-25

      "Yo no sería capaz de hacer ese trabajo por todo el oro del mundo", decía a Sor Teresa de Calcuta un admirador de lo que hacía por los excluídos. Y ella le contestó: "Yo tampoco".- Entonces ¿por qué lo haría? Únicamente por amor puede uno entregarse totalmente, hasta el abandono, hasta dejar de ser uno, hasta negarse a sí mismo. Jesús bien que lo sabía y por eso la radicalidad de sus Palabras: "Si alguno quiere...niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame". Y otro día dirá: "El que no es capaz de dejar a su padre y a su madre por amor a mí, no es digno de mí". Se muere por amor, aunque no sea literalmente, renunciando a todo aquello que, de alguna manera, pueda llegar a herir o a molestar a quien se ama. Ese es el amor de Jesús por nosotros y ése es el que nos pide a cambio. ¿Seremos capaces de poner ese amor a Cristo y a los demás por encima de todo? Nuestro patrono, San Francisco Javier lo hizo.
Propósito: Hoy reflexionaré sobre esas Palabras: "¿De qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?"
                         ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                  Jueves. Febrero 15 de 2018
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario