"...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
Mateo, 18, 15-20
Siempre que nos atrevamos a hacer una reconvención, deberá ser en el contexto del amor y la misericordia.- De lo contrario no debe tener cabida ningún intento de corrección, ya que todos somos iguales, todos tenemos defectos, todos somos pecadores. Pero si lo hacemos con la mayor discreción posible y sólo impulsados por el amor fraterno, estaremos imitando el espíritu compasivo y misericordioso de Jesús, porque, como dice Pablo, "amar es cumplir la ley entera". En todo caso, hacerlo siempre con humildad y espíritu comunitario, ya que, "donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
Propósito: Hoy, y siempre, evitaré juzgar a nadie y, con mayor razón, delante de otros.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Septiembre 10 de 2017
J. RUIZ
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