viernes, 1 de septiembre de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...En aquel tiempo, dijo Jesús: Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: ¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan. Pero las prudentes replicaron: No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco.Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora".
                                                                                  Mateo 25, 1-13
       La venida del Señor es cierta; la hora y el momento son inciertos.- Jesús, hoy como ayer y como hace dos mis años, nos sigue recordando que debemos estar "siempre listos", de guardia y dispuestos con todo lo necesario para recibirle en el momento menos pensado, en el menos imaginado. Y uno de los elementos indispensables para el viaje es la Luz para romper las sombras del camino. Por eso la buena provisión de aceite para la lámpara no puede faltar. Y yo creo que ese "aceite" es la oración. Así como debemos revisar diariamente el aceite al carro, para prevenir su buen funcionamiento durante el día, así debemos, todos los días, sacar el tiempito para la comunicación, para la oración, íntima y confiada, con el Padre y, con seguridad, cuando Él venga, nuestra lámpara estará encendida y con combustible extra para el viaje alegre de bodas que ahora comienza. Sin aceite el motor no funciona, la lámpara no alumbra, ni la vida espiritual progresa. Todo se apaga y reinan las tinieblas y el buen viaje se malogra.
Propósito: Hoy procuraré no faltar a mis oraciones y con mayor conciencia de ellas.
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                 Viernes. Septiembre 1 de 2017
J. RUIZ

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