domingo, 25 de diciembre de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

                  ¡ PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD ! 

   "...En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado".
                  Juan 1, 1-18
       Las luces de estos tiempos no nos dejan ver La Luz.- Sí, en estos tiempos de tráfago estresante, de luces de colores brillantes, de guerras absurdas y demoledoras, de leyes excluyentes, en los que sólo tiene cabida el ingenio y la astucia de los hombres para producir y acumular bienes que, muchas veces, no son ni necesarios, talvez nos es difícil ver y, menos aun, entender, tanta grandeza en algo tan pequeño y trivial como lo que ha ocurrido esta noche: el nacimiento de un  niño de padres que, en ese momento, no tenían ni en donde recibirlo. Sólo la luz fría de una estrella y el canto monótono de unos pastores durmiendo a sus majadas, fueron testigos de la manifestación magnífica de un Dios haciéndose presente para venir a rescatar lo que, de alguna manera, se había perdido; haciéndose luz para alumbrar los caminos de un pueblo que andaba en tinieblas. Es un misterio...y, como tal, aceptémoslo, acojámoslo y vivamos y disfrutemos esa Luz y esa Palabra  que vinieron para guiarnos a la salvación y a "darnos el poder, nada menos, que de hacernos hijos de Dios". 
Propósito: Hoy trataré de evitar los afanes para contemplar, aunque no comprenda, el Pesebre de Belén, con la admiración y la alegría de aquellos pastores.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                 Domingo. Diciembre 25 de 2016
J. RUIZ 

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