miércoles, 19 de octubre de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...Decía Jesús a sus discípulos:  Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre. Dijo Pedro: Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos? Respondió el Señor: ¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: Mi señor tarda en venir, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles. Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más".
                                                                                        Lucas 12, 39-48
       Jesús tocará a nuestra puerta cuando menos lo pensemos. No sólo a la hora de nuestra muerte Él llegará a nosotros. En cualquier momento de cualquier día y de cualquier manera, su presencia se hará real en nuestra vida: una lectura de la Biblia o de cualquier otra lectura edificante, la exhortación de un buen sacerdote, el consejo de una amigo, ser testigos de una injusticia contra nosotros o contra los demás, en fin, algo un día tocará las puertas de nuestro corazón y sabremos que el Reino ha llegado. Lo que entonces necesitamos es estar despiertos y listos, con aceite en nuestras lámparas, para decir: "aquí estoy, Señor", levantarnos y seguirle, aceptando los dones o carismas que nos ha regalado y asumiendo la responsabilidad de que, "si son muchos, se nos reclamará más". 
Propósito: Hoy recordaré el lema de cuando, en épocas ya lejanas, era boy scout: "¡Siempre listo!", sobre todo para servir a los demás.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Miércoles.Octubre 19 de 2016
J. RUIZ

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