domingo, 16 de octubre de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...Les decía Jesús una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer. Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: ¡Hazme justicia contra mi adversario! Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme. Dijo, pues, el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?" 
                                                                                               Lucas 18, 1-8
       La oración tiene que ser constante y perseverante. Y con  una fe cierta en que ese Padre inigualable en el amor para con sus hijos, nos hará justicia, siempre y cuando, a la hora del juicio, que no la sabemos, halle fe en nuestro corazón. Si la perseverancia en la petición de la viuda, logra conmover y vencer la resistencia de aquel "juez que ni temía a Dios, ni respetaba a los hombres", por cualquier motivo que haya sido, ¿cómo no va a conmover a quien es la Bondad misma y cuyo corazón no sabe otra cosa que amarnos a nosotros, sus hijos, buenos o malos, fieles o traidores? Que no falte en nuestra vida diaria la oración, como comunicación íntima y constante con Dios, es la lección evangélica de hoy.
Propósito: Hoy procuraré ser más "insistente" y constante en mi oración, recordando que "quien persevera, alcanza".
                    ¡ FELIZ DÍA,JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                   Domingo. Octubre 16 de 2016
J. RUIZ

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