viernes, 21 de agosto de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


"Apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por aquella comarca"   "...En aquel tiempo, después de que se hubo saciado la muchedumbre, Jesús obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente. Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí. La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario. Y a la cuarta vigilia de la noche vino Él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: Es un fantasma, y de miedo se pusieron a gritar. Jesús les dijo enseguida: ¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú mándame ir hacia ti andando sobre el agua. Él le dijo: Ven. Pedro bajó de la barca y se echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuento subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: Realmente eres Hijo de Dios. Terminada la travesía, llegaron a tierra de Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron curados".
             Mateo 14, 22-36
       Cada vez que tenemos un buen pensamiento, que se nos ocurre hacer una buena obra, hacer un favor, entrar a un templo a saludar a Jesús que nos espera, estamos escuchando la voz del Señor que, como a Pedro, nos dice: "Ven". Y entonces, si vamos tras Él sin dudar, con fe ciega en su bondad y poder, seremos capaces de "caminar sobre las aguas", como lo hizo Pedro hasta el momento de sus dudas. Un poquito de fe "como un granito de mostaza" y no habrá "vientos contrarios que zarandeen nuestra barca". Y, sobre todo: "no tengamos miedo", que es Jesús el que nos llama y Él es todo lo que necesitamos para peregrinar seguros por el camino del Reino. Y, cuando tengamos esa seguridad, compartámosla y "pregonémosla por toda la comarca".
Propósito: Hoy repetiré mi oración: Señor, aumenta mi fe y ayuda a mi incredulidad y ayúdame también a ser arrojado, como Pedro, pero sin sus dudas.
                  ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO COMPARTO !
                                                                   Martes. Agosto 4 de 2015
J. RUIZ

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