viernes, 28 de agosto de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 
 
Nuestra respuesta al señor tiene que ser personal   "...En aquel tiempo, dijo Jesús: Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: ¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan. Pero las prudentes replicaron: No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Pero él respondió: En verdad os digo que no os conozco.Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora".
                                                                                                        Mateo 25, 1-13
       La respuesta que las vírgenes prudentes dieron a las necias cuando éstas les pidieron aceite, no fue por egoísmo, es porque nuestra respuesta a Jesús tiene que ser personal e intransferible, nadie puede darla por nosotros. Es que, si de verdad amamos a alguien, siempre estaremos listos a su espera, con todas las cosas que a esa persona le gustan perfectamente dispuestas para ella. La lámpara que provee la luz de la esperanza, en las noches oscuras de nuestra espera, no puede apagarse por falta de aceite. Las obras que respaldan nuestro amor a Él, son ese combustible que nunca nos dejará quedar en tinieblas. Y esas obras son: oración a Dios y servicio a los demás. Que no nos dé miedo ni pena servir a los otros: es, nuestra garantía de combustible permanente.
Propósito: Hoy revisaré mis depósitos de "combustible".
                  ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                   Viernes. Agosto 28 de 2015
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario