sábado, 22 de agosto de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 
Reprender a solas, sin chismes   "...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".
                       Mateo, 18, 15-20
       Nos lo ha recordado el Papa Francisco varias veces: "el chisme mata": mata la reputación de la persona, su proyecto de vida y hasta puede matar su misma vida, empujándolo al suicidio al verse repudiado talvez por la sociedad o la comunidad en que se desenvuelve. Es necesaria la reprensión, porque si conocemos que alguien hace algo malo y que le perjudica o puede perjudicar a terceros, debemos intervenir para que no se siga presentando la situación, ya que tan culpable es el que la comete como el que la calla y la consiente. Pero hay forma de hacerlo sin humillar a la persona ni abochornarla. Primero que todo hemos de ver si nosotros sí tenemos alguna autoridad moral para hacerlo, si no estaremos cometiendo la misma falta u otras peores. El ejemplo es la mejor manera de predicar. Y luego, la discreción: "repréndelo a solas entre los dos". Es decir, con caridad, que no se puede confundir con el facilismo de "dejar pasar", para evitar problemas, o para "no interferir con el libre desarrollo de la personalidad", sobre todo si se trata de niños que por algún motivo están bajo nuestro cuidado. Reprender y corregir, si es el caso, pero con amor y con espíritu de servicio, como hacía el Maestro.
Propósito: Hoy recordaré mirar la viga en mi ojo, antes de escudriñar la pajita en el ojo ajeno.
                  ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Miércoles. Agosto 12 de 2015
J. RUIZ

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